Los fieles cubanos en Miami celebran estos días los 60 años de la llegada de la imagen de la Virgen de la Caridad, la devoción mariana que arribó a Estados Unidos “escondida en una maleta” cuando la persecución comunista había recrudecido en Cuba.
Miami, Florida–“Este 2021 celebramos los 60 años de la llegada a Miami de la bendita imagen de la Virgen de la Caridad que se venera en la Ermita, que llegó de Cuba escondida en una maleta justamente el 8 de septiembre de 1961, por lo que el tema escogido para esta ocasión es: ‘60 Años de la imagen de Virgen de la Caridad con su Pueblo del Exilio’”, señaló la Arquidiócesis de Miami en su sitio web.
La imagen de la Virgen que se venera en la Ermita de la Caridad llegó a Miami exiliada “junto a su pueblo”, y es una réplica de la estatua original que se encuentra en El Cobre (Cuba).
Mons. Armando Jiménez Rebollar, el dueño original de la imagen y que falleció en 2008, relató en una entrevista que luego de su ordenación sacerdotal en 1947, fue nombrado “párroco de la parroquia de Guanabo y Campo Florido” en Cuba.
“Desde mi llegada me di cuenta de que nos faltaba la presencia de nuestra Santa Patrona, la Virgen de la Caridad del Cobre. El Padre Raul Martínez de Santa María del Rosario me presentó a un escultor de Luyanó que cariñosamente le decían ‘El Enano’, el cual en tan solo un mes terminó esta preciosa imagen en ese mismo año de 1947”, señaló.
Mons. Jiménez recordó que “cuando en 1961 la persecución religiosa por parte del gobierno se recrudeció”, tuvo que dejar el país con otros sacerdotes. “Sintiendo el dolor del pueblo exiliado que pedía aquí en Miami celebrar la Fiesta de la Virgen, soñé con traer mi querida imagen”, indicó.
En una carta que en 1961 la encargada de Negocios de la Embajada de Panamá en La Habana, Elvira Jované de Zayas, dirigió a Mons. Agustín Román, entonces Obispo Auxiliar, se puede leer cómo el sueño de Mons. Jimenez se realizó.
“En los primeros días de septiembre del año 1961, al regresar yo a La Habana de un viaje rápido a Miami y Panamá, me encontré con los Embajadores de Italia, Marqueses de Theodoli, al Sr. Torivio Bravo, y a otra persona, quienes me suplicaron que trajera a Miami una imagen de la Virgencita de la Caridad del Cobre para que el día 8 de septiembre, su día, los exiliados cubanos en Miami tuvieran su fiesta con su Virgen y Patrona”, señaló.
Jované indicó que estaba “deseosa de servir y hacer algo más por tan hermosa misión”, pero le preocupaba tener que salir de nuevo cuando “apenas había regresado a La Habana, ya que los comunistas y Fidel se molestaban al vernos salir constantemente y más aun sabiendo en lo que andábamos”.
“Así es que el primer milagro de esta Virgencita fue al yo pedirle que lograra algún salvo¬conducto antes del 8 de septiembre, pero para alguien de mi confianza a quien yo pudiera entregarle la imagen. Y así fue, el día 6 me dieron dos salvoconductos”, agregó.
Jované dijo que gracias a la intercesión de la Virgen, pudo entregar en la escalerilla del avión a Luis Gutierrez Areces, uno de los asilados que salía del país, una maleta con la imagen de María y un paquete con los rayos de madera, complementos de la imagen.
La imagen logró llegar justo a tiempo para la primera celebración en su honor en el Miami Stadium, el 8 de septiembre de 1961.