La medida del presidente Donald Trump busca eliminar riesgos a las redes de energía y la seguridad nacional.
Washington, D.C.–El presidente Trump firmó el viernes una orden ejecutiva que prohíbe las compras estadounidenses de ciertos equipos de energía producidos en el extranjero, una medida destinada a reducir los riesgos de seguridad nacional para el sistema eléctrico.
«Es imperativo que el sistema de energía a granel esté asegurado contra la explotación y los ataques de amenazas extranjeras», dijo el secretario de Energía, Dan Brouillette, en un comunicado.
Añadió que la orden «disminuirá en gran medida la capacidad de los adversarios extranjeros para atacar nuestra infraestructura eléctrica crítica.»
Los ejemplos de equipos de sistemas de energía a granel incluyen subestaciones, salas de control, transformadores de subestaciones y generadores que son necesarios para operar la red eléctrica interconectada y mantener una generación confiable, de acuerdo con el pedido.
La orden prohíbe cualquier transacción del sistema de energía a granel en la que un país o nacional extranjero tenga un interés o que «represente un riesgo inaceptable para la seguridad nacional.»
También autoriza a la secretaria de energía a implementar el pedido, incluso mediante la identificación de proveedores que puedan representar un riesgo y el desarrollo de estrategias para identificar y reemplazar cualquier equipo ahora prohibido en uso.
Brouillette también liderará un nuevo grupo de trabajo desarrollado por la orden para establecer una política federal coordinada sobre adquisición de infraestructura energética.
Ese grupo de trabajo revisará cómo se consideran los riesgos de seguridad nacional en la política de seguridad energética y ciberseguridad, y consultará con los consejos de coordinación del subsector de electricidad y gas natural, según la orden.
La orden no menciona ningún país específico que la Casa Blanca considere un riesgo particular, aunque un informe de funcionarios de inteligencia nacionales el año pasado dijo que Rusia tiene la capacidad de ejecutar ataques cibernéticos en infraestructura crítica, «como interrumpir una red de distribución eléctrica por al menos un pocas horas.»