Decía Edgar Degas, uno de los más grandes exponentes del impresionismo, “… Solo cuando el pintor no sabe lo que esta haciendo, es cuando hace las mejores cosas”.
Por Hildemaro Álvarez
Puedo garantizarte que todos los grandes creativos de la historia, escritores, músicos, productores, pintores, diseñadores, etc., han pasado por períodos de duda y frustración durante el ejercicio de sus carreras.
Incluso, muchos de los más grandes y exitosos exponentes, después de años y años de triunfos creando hits u obras fantásticas, han enfrentado crisis que los han llevado a dudar de ellos mismos.
Así que si eres un creativo es importante que continúes leyendo este artículo aceptando la idea de que la duda, en el mundo del artista creador, es un hecho perfectamente normal.
Evidentemente cuando hablo de la duda no me estoy refiriendo a esa que paraliza y que por el contrario se presenta como evidencia de la inseguridad de un individuo. ¡No! ¡No me refiero a ese tipo de duda! Me refiero a las que aprovechan los sabios, los creativos experimentados y los artistas prudentes para hacer que sus obras terminadas, rocen con la perfección.
Entendiendo esto, lo primero que debes tener claro es que no puedes dejar que las dudas te desanimen y menos aún, que te desvíen del camino que conduce hacia lo que amas y te apasiona, que es justamente ese espacio artístico en el que has venido creciendo, desarrollando habilidades y en el cual te has venido desenvolviendo ya por un buen tiempo.
No importa si eres un nuevo artista o uno que posee una carrera bastante larga o con trayectoria, en cualquiera de los casos, no puedes permitirte que el desánimo que proviene de la duda, te haga creer que debes colgar los guantes o te haga pensar, que quizá debas dedicarte a otra cosa.
Sin embargo, por otro lado y aunque parezca paradójico, dudar tiene un lado bueno que puede ser muy positivo para los creativos, solo tienes que entender como te habla y utilizar lo que te dice a tu favor.
La duda entonces, cuando es el producto derivado de un buen raciocinio artístico, se transforma en el gran auditor, en una herramienta al servicio de la excelencia, de la creatividad y de la innovación. Se convierte en el recurso personal que te ayudará a definir como hacer las cosas, a revisar si lograste ajustar tu obra a los estándares de calidad que pretendías obtener desde el principio y de allí mismo, muy probablemente, provendrá luego la motivación que te permitirá atender y resolver con entusiasmo los pequeños detalles que podrían estar presentes en el acabado final de tu obra.
Un maestro que tuve en mis años de formación como productor y orquestador decía que la duda, entendida como un mecanismo de auditoría musical, era un acto de sensatez artística que conducía a la consecución de obras perfectas o plenas. En otras palabra, la duda puede llevarte a la constante revisión de tus procesos creativos y a la revisión exhaustiva de una obra terminada, de manera de que al final, realmente obtengas la mejor versión posible de ella.
En resumen, ¿por qué la duda es buena consejera para el creativo?
Porque hace que auditemos nuestras creaciones y que tomemos la mejores decisiones dentro de nuestras posibilidades artísticas durante la realización. En este contexto, dudar viene siendo un acto de humildad, pero también de inteligencia. Si la duda es usada como herramienta mientras creas, lejos quedarán el apasionamiento y las certezas absolutas, lo cual te hace más artista y menos estadista.
Decía Edgar Degas, uno de los más grandes exponentes del impresionismo, “… Solo cuando el pintor no sabe lo que esta haciendo, es cuando hace las mejores cosas”. Y la verdad es que cuando un proceso creativo se conduce de la manera que invita Degas, es inevitable que te consigas con la duda a lo largo del acto creativo, así que debes convertirla con urgencia en una herramienta que esté a tu servicio.
La duda es parte inherente de la condición de ser creativo, así que cuando hacemos una obra, está bien que tengamos dudas de ella y del resultado. No obstante, lo importante es que en el proceso no pierdas el sentido de tu búsqueda y por supuesto, que no se desvanezca tu visión.
Tener dudas está perfectamente bien, reconocer que existe es lo correcto, pero no puedes dejar que arruine tu amor por la música o por tu arte y por supuesto, menos aún, dejar que tome el control.
A la duda le puedes permitir un asiento en la nave que trasnporta tu talento, eventualmente le puedes permitir que hable y exponga su posición en tu sala creativa, pero lo que no puedes brindarle jamás, es la oportunidad de que conduzca o tenga voto, ese privilegio solo te corresponde a ti de forma exclusiva.
*Hildemaro Álvarez
Ha sido nominado a los Latin Grammy Music Awards como productor en 2017 y ha participado en álbumes nominados a ese mismo premio en 2013, 2014, 2017, 2018 y 2020. Ha sido ganador del Premio ARPA 2019 como “Productor del Año», mientras que actualmente trabaja con figuras cimeras musicales en nuevas producciones latinoamericanas.