El gobierno de Estados Unidos anunció el jueves una nueva vía para que los inmigrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela entren de manera legal. La llegada de migrantes en los últimos días a la costa de la Florida ha puesto en aprietos a las autoridades locales.
Washington, DC — El gobierno de Estados Unidos anunció el despliegue de la Guardia Costera para lidiar con la llegada de cientos de cubanos y haitianos a las costas de Florida, con el objetivo de llegar a suelo estadounidenses.
Las autoridades interceptan «a las personas que realizan ese peligroso viaje y las devuelve a Cuba o a otro país, según las circunstancias. No se lancen al mar, ya hemos visto demasiada desgracia», explicó el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), Alejandro Mayorkas, en entrevista con la Voz de América.
Precisamente, la Guardia Costera sacó el jueves a más de 300 migrantes cubanos de un parque nacional situado en islas apartadas de la costa de Florida.
Las autoridades del DHS informaron que la Guardia Costera trasladó a 337 inmigrantes desde el Parque Nacional Dry Tortugas en un viaje de 113 kilómetros hasta Cayo Hueso, donde serán procesados.
Formaban parte de los más de 700 inmigrantes, en su mayoría cubanos, que llegaron a Florida en embarcaciones durante el fin de semana de Año Nuevo, lo que llevó a las autoridades de Florida a hacer un llamado al gobierno federal para que haga más por disuadir a los inmigrantes que llegan ilegalmente.
El jueves, el gobierno de Biden anunció una postura más dura contra los inmigrantes procedentes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, al tiempo que ofreció una nueva vía para que los ciudadanos de esos países puedan emigrar de manera legal.
Sobre si esperan un aumento en el número de personas que llegan por mar desde Haití y Cuba, después de este anuncio, Mayorkas afirmó que es una situación que están «observando muy de cerca».
«Sería un grave error que la gente lo hiciera. No tendrán éxito», al mismo tiempo que afirmó que también están proporcionando vías legales a su disposición.
Más de 4.400 cubanos y haitianos han llegado a Florida desde agosto, en un contexto de crisis política y económica cada vez más grave en ambos países. Cerca de 8.000 fueron detenidos en el mar y devueltos a sus países de origen, lo que equivale a unos 50 por día, comparados con los 17 por día que en promedio fueron detenidos en el año fiscal anterior y los dos por día durante el año fiscal 2020-2021.
Las autoridades dijeron que desde agosto han muerto al menos 65 migrantes intentando realizar la peligrosa travesía en botes casi siempre en malas condiciones.
El contralmirante de la Guardia Costera Brendan McPherson dijo en un comunicado el miércoles que, a pesar del aumento, “la frontera marítima del sureste no está abierta”. Pidió a los cubano-estadounidenses y haitiano-estadounidenses “que disuadan a sus familiares en Cuba o Haití de emprender el peligroso, y muy a menudo mortal, viaje”.
[Con información de AP]