Raman Pratasevich dirigía un canal en Telegram que sirvió de voz a los manifestantes contra el presidente Lukashenko. La fiscalía pidió 10 años de cárcel para el comunicador.
Tallín, Estonia — La fiscalía de Bielorrusia solicitó el viernes una sentencia de 10 años de prisión para un periodista bielorruso disidente que fue arrestado después que un caza obligó a aterrizar a un avión comercial que se dirigía a Lituania.
Raman Pratasevich está siendo juzgado en Bielorrusia por cargos de organización de disturbios y conspiración para tomar el poder. Pratasevich dirigía un canal de la aplicación de mensajería Telegram que fue usado constantemente por quienes participaban en las protestas masivas contra el resultado de una polémica elección de agosto de 2020 que dio al presidente autoritario Alexander Lukashenko un sexto periodo en el cargo.
Las protestas, que duraron meses, fueron la manifestación más extensa y prolongada contra Lukashenko desde que asumió el poder en 1994.
Las autoridades bielorrusas respondieron a las protestas con una brutal represión en la que fueron arrestadas más de 35.000 personas, miles de manifestantes fueron agredidos por la policía y docenas de medios de comunicación y organizaciones no gubernamentales fueron cerrados, informa la Voz de América.
Pratasevich vivía en el exilio en ese momento, pero él y su novia fueron arrestados en mayo de 2021 cuando se ordenó a su vuelo de Ryanair de Grecia a Lituania aterrizar en la capital de Bielorrusia, Minsk. Las autoridades bielorrusas señalaron que había una amenaza de bomba, pero luego dijeron que no se encontraron explosivos a bordo.
Países occidentales catalogaron el desvío del vuelo como equivalente a un secuestro e impusieron fuertes sanciones contra Lukashenko y Bielorrusia.
Posteriormente, Pratasevich hizo varias apariciones confesionales en la televisión estatal que, según los críticos, se realizaron bajo coacción. Luego fue puesto bajo arresto domiciliario.
Su novia, una ciudadana rusa, fue sentenciada a seis años de prisión en mayo de 2022.
Pratasevich lucía saludable en su juicio el viernes. Dos fundadores del canal Nexta de Telegram también están siendo juzgados en rebeldía.