La expresidenta de Bolivia, Jeanine Áñez, en foto de archivo.
El arresto de Áñez ha profundizado la polarización entre el oficialismo y la oposición, y también desatado reacciones en el exterior. La exmandataria ha acudido a la UE y a la OEA en busca de una evaluación «imparcial».

Cochabamba, Bolivia. – El ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo del Castillo, anunció en la madrugada de este sábado que la expresidenta interina Jeanine Áñez fue aprehendida en el departamento de Beni, por el caso del supuesto “golpe deEstado” contra el exmandatario Evo Morales, en 2019.

“Informo al pueblo boliviano que la señora Jeanine Áñez ya fue aprehendida y en este momento se encuentra en manos de la Policía”, escribió el ministro en su cuenta de Twitter y reseña la Voz de América.

En las primeras imágenes que circularon, compartidas por el propio Gobierno, se observa a Áñez en ropa deportiva y visiblemente afectada, tras la detención.

La expresidenta dijo, también por Twitter, que se trata de un “acto de abuso y persecución política” del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), del expresidente Morales.

Tras el allanamiento a su domicilio ubicado en Trinidad, Beni, algunas versiones apuntaban a que Áñez habría abandonado el país, situación que fue descartada tras el anuncio del Gobierno.

Horas antes, la expresidenta había dado a conocer la orden de aprehensión en su contra, así como en contra de algunos de sus ex miembros de su gabinete, acusados de los delitos de terrorismo, sedición y conspiración durante la crisis poselectoral de 2019. La denuncia fue presentada por la exdiputada del MAS, Lidia Patty.

Ya entrada la tarde del sábado, Áñez dirigió sendas cartas enviadas a la UE y a la Organización de los Estados Americanos (OEA) denunciando la «sistemática vulneración de los Derechos Humanos» por parte del Gobierno del presidente Luis Arce y solicitando una evaluación «objetiva e imparcial» de la situación. La exmandataria firma las misivas, como: Jeanine Áñez, expresidenta de Bolivia y perseguida política.

Otros detenidos

Las órdenes de aprehensión también son para los exministros de Justicia, Álvaro Coímbra y de Energía, Rodrigo Guzmán, quienes ya fueron detenidos en los departamentos de Santa Cruz y Beni, respectivamente y trasladados a la ciudad de La Paz para sus audiencias, explica la VOA.

Arturo Murillo (exministro de Gobierno), Luis Fernando López (Defensa) y Yerko Núñez (Presidencia) están incluidos en esta lista, que también alcanza a exjefes militares y policiales.

Ambos detenidos aseguran que no se actuó de acuerdo con la ley, porque no hubo notificaciones previas y que se trata de una “persecución política”.

“Creo que esto es un abuso al que está acostumbrado al MAS, yo estaba por la calle circulando y me detienen”, dijo a los medios el exministro Guzmán.

» Estamos completamente seguros de que esta es una cortina de humo por el pésimo manejo que ha habido en el tema de la pandemia», expresó Álvaro Guzmán.

Tras audiencia cautelar, la primera detención preventiva ya fue dictada para el excomandante de la Armada Boliviana y exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas (FFAA), el almirante Flavio Gustavo Arce San Martin, que se encuentra bajo arresto en la cárcel de San Pedro de La Paz.

Desde una celda en las instalaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de La Paz, los exministros Coímbra, de Justicia, y Guzmán, De Energía, grabaron un vídeo denunciando su encarcelamiento.

Por su parte, Coimbra aseguró que los cargos de terrorismo y sedición se deben solo al hecho de que aceptaron «ser ministros”. “El Gobierno está actuando con causas que no tiene asidero legal”.

Oficialismo y oposición enfrentados

“Justicia” o “persecución política”, estos dos argumentos se polarizan con más fuerza en Bolivia, tras las órdenes de aprehensión emitidas por la Fiscalía, lo que ha dado lugar a varias reacciones, tanto de representantes del oficialismo como de la oposición y también de organismos internacionales.