El 10 de mayo transcurrió inaudito en EE.UU. y sin grandes festejos para las mamás por la contingencia sanitaria.
Miami, Florida– En la antigua Grecia (1100 a. C.-146 a. C.) ya se festejaba a las madres. Se rendían honores a Rea, hija de Urano y Gea, hermana y esposa de Crono, y madre con éste de Deméter, Zeus, Hera, Hestia Poseidón y Hades.
Pero la adoración formal a la madre, de acuerdo con la Enciclopedia Británica, que incluía ceremonias a Cibeles, o Gea, la Gran Madre de los Dioses, se realizaba durante los idus de marzo por toda Asia Menor.
Cuando la adquirieron de los griegos, los romanos llamaban a esta celebración Hilaria y se celebraba el 15 de marzo en el templo de Cibeles, con tres días de ofrendas.
El domingo 10 de mayo se celebra el Día de la Madre en casi todo América Latina, a excepción de México, Guatemala y El Salvador, países que celebran esta fecha días antes, pero también en mayo. Y en Argentina, donde se festeja en octubre.
Esta emotiva fecha llena de rosas, agradecimientos y más tiene el nombre de una mujer e hija que pidió un día para recordar a su madre muerta.
Se trata de Anna Marie Jarvis (1 de mayo de 1864, Webster, Virginia Occidental, 24 de noviembre de 1948, West Chester, Pensilvania), estadounidense a quien en 1905 le inspiró iniciar una campaña a favor del “Día de las Madres.”
Pasaron seis años (1911) para que varias ciudades de Estados Unidos reconocieran la fecha y empezaran el día festivo. Finalmente, se adoptó por el segundo domingo de mayo, un feriado donde se rinda homenaje a las madres.
Lucha por evitar que sea un día comercial
Sin embargo, lo que inició siendo una ilusión para Jarvis terminó convirtiéndose en un pesadilla. Sin querer, la historia de esta hija les dio a los comerciantes el guion perfecto para impulsar las ventas en este día.
La autora de “La Conmemoración de la maternidad: Anna Jarvis y la lucha por el control del Día de la Madre”, Katharine Lane Antolini, señala que Jarvis esperaba que este sea un día sagrado y se consideraba la dueña de dicha fecha.
«No esperaba que se convirtiera en un día para dar regalos costosos”, señaló la investigadora en una entrevista a la BBC en el 2019.
Es así que Jarvis empieza una campaña para boicotear la fecha que ella misma creó. Según Lane Antolini, la activista empezó a hacer protestas en contra de las florerías y empresas que lucraban con la fecha.
Anna Jarvis falleció en 1948, pobre, sola, demente y sin hijos. Antes de su muerte, confesó a una periodista que estaba arrepentida de haber creado este día. Hoy, se reconoce que su esfuerzo no fue en vano.
No obstante, en cuarentena o distancia prudencial debido a la contingencia, la ocasión tuvo un matiz de intimidad familiar pocas veces visto en tiempos recientes.