- A pocas horas de que comience una nueva jornada de protestas sociales en reclamo de apertura política, las autoridades de la isla retiraron las credenciales de prensa al equipo de la agencia española Efe en La Habana, integrado por tres redactores, un fotógrafo y un camarógrafo.
- La entidad exige garantías para el desarrollo y la cobertura de la Marcha Cívica que se realizará este lunes en la isla.
Miami, EE.UU.– La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condena nuevos ataques a la libertad de expresión y la creciente represión que lanzó en las últimas horas el régimen cubano. La entidad exigió al gobierno de Miguel Díaz-Canel que brinde garantías para la cobertura de la protesta cívica y pidió a la comunidad internacional que se mantenga alerta para reclamar que se permita al pueblo expresarse en libertad, y que no se impida el libre ejercicio de la actividad periodística.
A pocas horas de que comience una nueva jornada de protestas sociales en reclamo de apertura política, las autoridades de la isla retiraron las credenciales de prensa al equipo de la agencia española Efe en La Habana, integrado por tres redactores, un fotógrafo y un camarógrafo. Horas después, las autoridades cubanas restituyeron las acreditaciones solo a dos de los periodistas (una redactora y el cámara de TV), decisión que el medio de comunicación español calificó de insuficiente. Está además pendiente el visado de prensa del nuevo responsable de la delegación.
El jueves, la Seguridad del Estado había citado para que compareciera en sus oficinas el vicepresidente regional de la SIP, Henry Constantín Ferreiro, en una medida que suele terminar con amenazas por publicaciones que se realizan en redes sociales y con la aplicación de multas.
Para este lunes fue convocada la Marcha Cívica por el Cambio, contra la que el régimen ha lanzado anticipadamente la segunda mayor oleada represiva en décadas, después de la del 11 de julio. En esa jornada y días posteriores, miles de manifestantes expresaron en toda la isla su malestar contra la opresión de la dictadura castrista y por las carencias sanitarias y económicas.
La reacción de las autoridades fue acentuar la represión y ordenar la detención de decenas de personas, entre ellas Constantín, también periodista de La Hora de Cuba, quien permaneció diez días en prisión y un mes en arresto domiciliario.
«Nada puede detener el reclamo de libertad de un pueblo; y los cubanos ya probaron el sabor de la libertad», dijo Jorge Canahuati, presidente de la SIP.
«El régimen de Díaz-Canel pretende tapar el sol con un harnero, sin comprender la magnitud del cambio social que se vive en Cuba», dijo Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la entidad continental.
Canahuati, del Grupo Opsa, de Honduras, y Jornet, de La Voz del Interior, de Argentina, recordaron que, en una reciente misión virtual a la isla, una delegación de la SIP recogió de intelectuales, artistas, líderes sociales y representantes de la Iglesia católica la seguridad de que «ya nada volverá a ser como antes» tras el despertar cívico de julio pasado.
«Tarde o temprano habrá un cambio en Cuba, porque la gente no tiene ya nada que perder», fue el sentimiento generalizado entre quienes dialogaron con los directivos de la SIP.