La periodista Karla María Pérez.

Pérez González era estudiante de Periodismo de la Universidad de Las Villas, de la que fue expulsada en 2017 por pertenecer a Somos+, una organización opositora que aboga por construir un país moderno, próspero y libre, y que levanta como unos de sus principios la libertad de expresión, según explica su sitio web.

Miami, Florida–La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó al gobierno de Cuba por haber prohibido hoy el regreso a su país a la periodista independiente cubana Karla María Pérez González.

Asimismo, la organización pide a las autoridades migratorias de Costa Rica y Panamá que puedan resolver el limbo migratorio en que se encuentra la periodista, en este momento varada en el aeropuerto internacional de Ciudad de Panamá.

Pérez González, de 22 años, residía en Costa Rica desde 2017. Hoy se disponía a regresar a Cuba tras concluir sus estudios en el país centroamericano, pero en una escala en Ciudad de Panamá fue notificada esta mañana de que el Gobierno de Cuba no autoriza su entrada al país. Tampoco puede permanecer en Panamá, ya que los ciudadanos cubanos necesitan visa.

El presidente de la SIP, Jorge Canahuati, CEO de grupo OPSA de Honduras, consideró que se trata de «una nueva violación a los derechos humanos, lamentablemente consecuente con las demás restricciones que el régimen impone a los periodistas independientes».

Aunque la línea aérea accedió trasladarla de regreso a San José, la periodista, colaboradora de la revista digital ADN Cuba, está varada en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, en Ciudad de Panamá. La periodista tiene la intención de pedir asilo en Costa Rica.

Canahuati y Carlos Jornet, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP y director del diario La Voz del Interior, de Argentina, instaron a las autoridades migratorias de Panamá y Costa Rica a ayudar el tránsito de la periodista y a ser receptivos con los trámites de asilo.

Pérez González era estudiante de Periodismo de la Universidad de Las Villas, de la que fue expulsada en 2017 por pertenecer a Somos+, una organización opositora que aboga por construir un país moderno, próspero y libre, y que levanta como unos de sus principios la libertad de expresión, según explica su sitio web.

La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental; y tiene sede en Miami, Florida, Estados Unidos.