El pesimismo histórico de los dominicanos tiende a fortalecerse en tiempos de crisis individual y colectiva. (Imagen: Fuente externa).

Por Persio Maldonado*

El pesimismo histórico de los dominicanos parece sustentarse en nuestro temperamento; muy proclive a la inmediatez, queriendo todo de una vez y ahora. Y a nuestra falta de disciplina para persistir en los objetivos que aspiramos.
Igual nos resistimos a reconocer que avanzamos en cualquier materia, dándolo todo por colapsado. Hemos sido el primer país en América en realizar tres elecciones en medio del COVID-19, modificando la composición de los ayuntamientos, el Congreso y el Poder Ejecutivo.
Logrando la oposición sacar al partido oficial que durante 16 años corrido y con 20 de los últimos 24 años del poder. Y tener una transición sin traumas.
Son señales positivas en las que tenemos que reconocernos.

*Persio Maldonado, Director El Nuevo Diario, Presidente Sociedad Dominicana de Diarios, Presidente FEDOTENIS, Presidente COTECC.