El Departamento de Justicia federal alega que a través de adquisiciones en serie y manipulación de subastas anticompetitivas, Google subvirtió la competencia en tecnologías de publicidad en Internet
Washington, DC — El Departamento de Justicia, junto con los Fiscales Generales de California, Colorado, Connecticut, Nueva Jersey, Nueva York, Rhode Island, Tennessee y Virginia, presentaron una demanda civil antimonopolio contra Google por monopolizar múltiples productos de tecnología de publicidad digital en violación de las Secciones 1 y 2 de la Ley Sherman.
La demanda, presentada en el Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito Este de Virginia, alega que Google monopoliza tecnologías clave de publicidad digital, denominadas colectivamente como la «pila de tecnología publicitaria», de la que dependen los editores de sitios web para vender anuncios y de la que dependen los anunciantes para comprar anuncios y llegar a clientes potenciales.
“La querella de hoy alega que Google ha utilizado conductas anticompetitivas, excluyentes e ilegales para eliminar o disminuir severamente cualquier amenaza a su dominio sobre las tecnologías de publicidad digital”, dijo el Fiscal General Merrick B. Garland
Advirtió que “No importa la industria ni la empresa, el Departamento de Justicia hará cumplir enérgicamente nuestras leyes antimonopolio para proteger a los consumidores, salvaguardar la competencia y garantizar la equidad económica y las oportunidades para todos”.
Los editores de sitios web utilizan herramientas de tecnología publicitaria para generar ingresos publicitarios que respalden la creación y el mantenimiento de una web abierta y vibrante, brindando al público un acceso sin precedentes a ideas, expresiones artísticas, información, bienes y servicios.
Tal como se alega en la demanda, durante los últimos 15 años, Google se ha involucrado en un curso de conducta anticompetitiva y excluyente que consistió en neutralizar o eliminar a los competidores de tecnología publicitaria a través de adquisiciones
“Además, de ejercer su dominio en los mercados de publicidad digital para obligar a más editores y anunciantes a utilizar sus productos; y frustrar la capacidad de utilizar productos de la competencia.
“Al hacerlo, Google consolidó su dominio en las herramientas en las que confían los editores de sitios web y los anunciantes en línea, así como el intercambio de publicidad digital que realiza las subastas de anuncios,” indica la demanda.