El secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, conversó vía telefónica con su homólogo ruso Serguei Lavrov sobre el caso del periodista Evan Gershkovich del Wall Street Journal, arrestado en Rusia por cargos de espionaje.
Washington, EEUU — El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, demandó la liberación inmediata de un periodista del Wall Street Journal acusado en Rusia de espionaje, durante una llamada telefónica con el ministro de Relaciones Exteriores ruso Sergei Lavrov, informó el Departamento de Estado.
“El secretario Blinken transmitió la grave preocupación de Estados Unidos por la detención inaceptable de un periodista ciudadano estadounidense. El secretario demandó su liberación inmediata”, dijo el viceportavoz Vedant Patel en un comunicado que no mencionó el nombre al periodista Evan Gershkovich.
Gershkovich, de 31 años, fue detenido la semana pasada en Yekaterimburgo, a unos 1.670 kilómetros al este de Moscú, cuando supuestamente intentaba obtener información clasificada, según anunció el Servicio Federal de Seguridad (FSB), la agencia heredera del KGB, informa la Voz de América.
La Cancillería rusa reportó también la llamada entre Blinken y Lavrov, y dijo que el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia le dijo a su homólogo que era inaceptable que Washington politizara el caso del periodista.
Lavrov dijo a Blinken que los jueces decidirán el destino de Gershkovich y reiteró que fue sorprendido espiando, a pesar de no haber aportado pruebas de esa acusación.
«Se llamó la atención a Blinken de que debe respetar las decisiones de las autoridades rusas, tomadas de acuerdo con las leyes y las obligaciones internacionales de la Federación Rusa”, expresó el comunicado de la Cancillería rusa.
Agregó que se hizo énfasis en “que es inaceptable que las autoridades en Washington y la prensa occidental agiten el caso con la clara intención de darle un matiz político”.
La conversación fue iniciada por Blinken, dijo la parte rusa.
El Wall Street Journal ha negado totalmente que Gershkovich estuviera espiando y la Casa Blanca calificó el cargo de espionaje, que puede llevar a una condena de hasta 20 años de cárcel, de “ridícula”.