- La embajadora de Estados Unidos, Linda Thomas-Greenfield, encabezará la delegación a la segunda cumbre junto a Costa Rica, Países Bajos, Corea y Zambia.
- Las metas de la cumbre son fortalecer la democracia frente al autoritarismo, abordar la corrupción y promover los derechos humanos.
- Esta segunda cumbre, que se desarrollará el 29 y 30 de marzo, reunirá a los líderes mundiales virtualmente, y posteriormente se realizarán reuniones híbridas en cada uno de los países coanfitriones con representantes del gobierno, la sociedad civil y el sector privado
San José, Costa Rica — La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, encabezará la delegación de su país que viajará a Costa Rica para la II Cumbre por la Democracia.
La cumbre, según un comunicado, tendrá como base la celebrada en diciembre de 2021, y «destacará cómo las democracias cumplen con sus ciudadanos y están mejor equipadas para abordar los desafíos más apremiantes del mundo».
Esta segunda cumbre, que se desarrollará el 29 y 30 de marzo, reunirá a los líderes mundiales virtualmente, y posteriormente se realizarán reuniones híbridas en cada uno de los países coanfitriones con representantes del gobierno, la sociedad civil y el sector privado, informa la Voz de América.
Así mismo, pronunciará un discurso de apertura y se reunirá con jóvenes activistas y líderes, que buscan “construir un mundo más seguro y justo basado en valores democráticos”. El comunicado indica que en los próximos días se darán más detalles del viaje.
La Cumbre, un compromiso de la Administración Biden
La Cumbre por la Democracia nació en diciembre de 2021, como parte del compromiso del presidente Joe Biden por fortalecer la buena gobernanza en todo el mundo en un momento de auge de gobiernos autócratas.
Las metas de la cumbre son fortalecer la democracia contra el autoritarismo, abordar la corrupción y promover los derechos humanos.
Algunos han cuestionado si Estados Unidos tiene la fuerza moral para celebrar la cumbre.
A ello, la Administración Biden ha respondido que precisamente la capacidad de admitir imperfecciones y confrontarlas con transparencia es una fortaleza de las democracias y eso es lo que la cumbre quiere demostrar.
La primera Cumbre para la Democracia concluyó con el compromiso de 110 mandatarios de volver a la mesa en Washington con insumos para hacer frente en conjunto a la corrupción, poner cortapisas al autoritarismo y reducir el efecto de la desinformación que prolifera en marcos electorales.