El presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, afirmó el lunes que la inflación es mucho más persistente de lo que el banco central estadounidense pensaba. (Foto: Cortesía de la Voz de América).

La moneda estadounidense continúa subiendo y vuelve a acercarse a máximo de 20 años mientras inversores esperan datos de inflación en EEUU.

Nueva York, EEUU — El dólar estadounidense subía el lunes por cuarta sesión consecutiva, ya que los inversores están pendientes de los datos sobre la inflación de esta semana, que se espera que muestren que siguen las presiones sobre los precios en la mayor economía del mundo, lo que prolongaría la agresiva política monetaria de la Reserva Federal hasta el próximo año.

La libra esterlina, por su parte, caía por cuarta sesión consecutiva, pese a que el Banco de Inglaterra amplió su apoyo a los mercados financieros.

Se prevé que los datos estadounidenses que se publican el jueves muestren una inflación general del 8,1% interanual en septiembre, menor al 8,3% de agosto, pero que la subyacente haya subido al 6,5% desde el 6,3% anterior.

El presidente de la Fed de Chicago, Charles Evans, afirmó el lunes que la inflación es mucho más persistente de lo que el banco central estadounidense pensaba. Sin embargo, señaló que la Fed todavía puede ser capaz de reducirla sin una fuerte alza del desempleo y sin empujar la economía a una recesión.

El índice del dólar estadounidense =USD subía un 0,3%, a 113,10, tras los mínimos de alrededor de 110 de la semana pasada y volviendo a acercarse al máximo de 20 años del mes pasado, de 114,78. El euro EUR=EBS bajaba un 0,4%, a 0,9699 dólares.

«El dólar mantiene su ventaja antes de los datos sobre la inflación, que se espera que sigan siendo muy elevados y apoyen la postura de la Reserva Federal de subir las tasas de interés a largo plazo», dijo Joe Manimbo, analista de mercado de la empresa de pagos Convera en Washington.

Los datos estadounidenses del pasado viernes mostraron que el desempleo cayó inesperadamente y que la economía estadounidense sumó más puestos de trabajo de los previstos en septiembre, lo que hizo subir los rendimientos de los bonos, ya que los operadores elevaron sus apuestas a que la Reserva Federal subirá las tasas de interés en 75 puntos básicos en noviembre, por cuarta reunión consecutiva.

Las tensiones geopolíticas y la subida de los precios del petróleo también provocaron un renovado nerviosismo sobre el crecimiento, lo que empujó a los inversores de nuevo hacia el dólar.

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