El presidente de EEUU, Joe Biden, hizo un llamado al Congreso a actuar sobre el proyecto de ley bipartidista que otorga fondos a la frontera durante su discurso sobre el Estado de la Unión, que también tuvo como protagonista la economía, democracia y el aborto
Washington, EEUU — En un reiterado llamado a financiar la seguridad fronteriza, el presidente de EEUU, Joe Biden, aseguró en su discurso sobre el Estado de la Unión: “No demonizaré a los inmigrantes” como, según dijo, ha hecho su “predecesor”.
Biden exigió al Congreso la aprobación del proyecto de ley bipartidista que, según dijo, posibilitaría la contratación de miles de agentes fronterizos y cientos de jueces de inmigración, así como la adquisición de máquinas de alta tecnología para reforzar el control de la frontera sur del país.
“Este proyecto de ley salvaría vidas y traería orden a la frontera”, apuntó el presidente, quien destacó que bajo este proyecto, tendría una “nueva autoridad” para cerrar temporalmente la frontera cuando el número de migrantes “sea abrumador”, informa la lVoz de América.
El proyecto de ley ha encontrado impases en la Cámara de Representantes, dominada por republicanos, quienes aseguran que no es suficiente, a pesar de que fue negociada por una comisión bipartita de senadores y los expertos han coincidido en señalarla como la legislación migratoria más estricta en décadas. Biden, sin embargo, volvió a decir que se trata de una acción “política” de su predecesor, Donald Trump, a quien no nombró directamente.
“No se trata de él o de mí”
“Él siente que sería una victoria política para mí y una pérdida política para él. No se trata de él o de mí. Sería una ganancia para EEUU”, sentenció.
Así, en medio de aplausos y abucheos, Biden aseguró que lo que “no haría” sería “separar familias” o “expulsar gente de EEUU por su fe”, asegurando este es un país “hogar de personas de todos los lugares de la tierra”.
“Podemos pelear por la frontera o podemos arreglarla. Estoy listo para arreglarlo. Envíenme el proyecto de ley fronterizo ahora”, agregó.
Aunque el liderazgo republicano recomendó a sus miembros no abuchear o gritar a Biden durante su discurso, múltiples legisladores increparon e interrumpieron al presidente. Entre ellos, la congresista Marjorie Taylor Green, quien llevaba una camisa con el nombre de Laken Riley, una joven de 22 años de Georgia que fue asesinada por un migrante venezolano.
Conflictos y democracia en la agenda
Biden, comenzó su discurso sobre el Estado de la Nación con múltiples referencias a su “predecesor” y sus posiciones sobre el aborto, las guerras internacionales y la economía.
“La democracia está bajo ataque aquí en nuestro hogar y en el extranjero”, dijo Biden, quien puso como primer tema del discurso la guerra de Rusia en Ucrania, y haciendo un llamado al Congreso a “enfrentarse a Putin” proveyendo más fondos al gobierno ucraniano para su defensa.
Biden, además, mencionó el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. “Mi predecesor y algunos de ustedes aquí quieren enterrar la verdad sobre el 6 de enero. Yo no lo haré. Este es el momento de hablar con la verdad… no puedes amar al país solo cuando ganas”, agregó el presidente en medio de aplausos de su bancada.
El aborto fue el siguiente tema prioritario en el discurso de Biden, quien lo considera crítico tras la derogación por la Corte Suprema del caso Roe vs Wade, que en 1973 legalizó el acceso a un aborto seguro a nivel nacional. Biden aseguró que de tener apoyo legislativo, restauraría las disposiciones de la protección federal.
“Si los estadounidenses me envían un Congreso que apoye el derecho a elegir, les prometo: restauraré Roe v. Wade como una ley del país nuevamente”, dijo Biden, quien también hizo referencia a la protección de la fertilización in vitro después de que una sentencia judicial obligara a las clínicas de fertilidad de este estado a suspender los procedimientos.
En el centro la economía
La economía se posicionó en el discurso de Biden como uno de los temas principales ante la necesidad del mandatario de resaltar sus logros en medio de un año electoral y con la inflación y el costo de vida siendo uno de los temas clave para los votantes.
“No aparece en las noticias, pero en miles de ciudades y pueblos el pueblo estadounidense está escribiendo la mayor historia de recuperación jamás contada”, apuntó el presidente, quien aseguró que la economía estadounidense “es la envidia del mundo”.
Entre los datos resaltados, apuntó que en los últimos tres años se crearon 50 millones de nuevos empleos, y 16 millones de estadounidenses comenzaron pequeños negocios. Especialmente, resaltó el crecimiento de “pequeños negocios de personas de color e hispanos”.
En medio del discurso, sus copartidarios gritaban “cuatro años más”, luego de que el mandatario mencionó que “el estado de la nación es fuerte y haciéndose más fuerte”.
El acceso a medicamento a bajo costo, educación, vivienda, acceso a créditos de impuestos para personas de bajos recursos y el financiamiento a investigaciones científicas, fueron mencionados por el presidente, así como algunos de sus objetivos para el futuro.