En esta foto suministrada por su familia, el periodista Dong Yuyu posa en la puerta de la Fundación Nieman para Periodismo de la Universidad de Harvard, en Cambridge, Massachusetts, en mayo de 2017. (Foto: Cortesía de la Voz de América).

El periodista chino Dong Yuyu fue detenido en febrero de 2022 mientras almorzaba con un diplomático japonés en un restaurante de un hotel de Beijing.

Beijing, China — Un veterano periodista chino que trabajó en un diario afiliado al gobernante Partido Comunista y estuvo becado en la Universidad de Harvard enfrenta cargos de espionaje tras ser detenido durante una reunión con un diplomático japonés en un restaurante, dijo su familia el lunes.

Dong Yuyu, subdirector del departamento editorial del Guangming Daily, se reunía habitualmente con reporteros y diplomáticos extranjeros para conocer las tendencias globales. Pero las autoridades chinas consideraban sus contactos esos funcionarios como una prueba de espionaje, señaló su familia en un comunicado.

Dong es la última de una serie de voces liberales acusadas por Beijing de estar vinculadas a lo que el gobierno considera como injerencias extranjeras, informa la Voz de América.

Ajeno al Partido, era uno de más firmes partidarios de las reformas en el Guangming Daily y escribió artículos en favor de un sistema judicial independiente, dijo su familia.

Recibió una beca Nieman en la Universidad de Harvard para el curso 2006-2007 y fue profesor visitante en la Universidad de Keio, en Japón, en 2010. Cuatro años después, ocupó una posición similar en la Universidad de Hokkaido, también en Japón.

Pero sus escritos le acarrearon problemas en China. En 2017, una investigación de jerarcas del Partido determinó que algunos de sus escritos eran “antisocialistas” y Dong fue amenazado con ser degradado, apuntó su familia.

Fue detenido en febrero de 2022 mientras almorzaba con un diplomático japonés en un restaurante de un hotel de Beijing donde solía reunirse con sus amigos extranjeros, agregó el comunicado.

El diplomático también fue arrestado, lo que provocó una enérgica protesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón. Aunque el funcionario quedó libre horas después, Dong permanece retenido.

El mes pasado se comunicó a su familia que sería juzgado, pero la fecha no está clara aún, dijo la nota.

En China, el espionaje está penado con condenas de más de 10 años de cárcel.

A preguntas de reporteros, la vocera de la Cancillería china Mao Ning dijo el martes que desconocía los detalles concretos del caso de Dong. El ministerio tampoco ha respondido a un pedido de más comentarios.