El optimismo se está apoderando de los estadounidenses, tras meses de desespero por la pandemia. (foto Pexels Andrea Piacquiado)

Un 22% se preocupa por el acceso a pruebas de COVID-19, en comparación con el 60% de abril pasado, según revela la encuesta de la prestigiosa firma.

Miami, Florida–En un año de pandemia del COVID-19, por primera vez y durante este período incierto, una encuesta de Gallup refleja que un 60% de los ciudadanos estadounidenses consideran que “lo peor ya pasó”, con relación a la pandemia que ha afectado al mundo.

Es una cifra muy optimista que además repercute y se torna en agente multiplicador entre las comunidades, mientras que millones de personas se están vacunando contra el coronavirus, que mantenido por un año encerrados a millones a nivel global.

Un año después de que la pandemia de COVID-19 se apoderara de Estados Unidos, los estadounidenses se han vuelto mucho más optimistas en sus puntos de vista sobre la trayectoria de la situación, y sus preocupaciones sobre el acceso a las pruebas, suministros y servicios médicos se han aliviado, según revela la firma Gallup.

Al mismo tiempo, los informes de los estadounidenses sobre la medida en que la pandemia ha perturbado sus vidas y sus predicciones sobre cuánto durará, es una preocupación que se mantiene estable. Empero, seis de cada 10 ven que la situación del COVID-19 está mejorando.

Es por primera vez en la tendencia de Gallup desde que inició la pandemia, en que la mayoría de los estadounidenses (60%) percibe que la situación del coronavirus en los Estados Unidos está mejorando.

En este caso, un 26% dice que se mantiene igual y el 14% cree que está empeorando. Este optimismo récord probablemente refleja la fuerte disminución de los nuevos casos de COVID-19 en los Estados Unidos, señala un comunicado de la Gallup.

“A fines de enero y principios de febrero, Gallup documentó previamente una fuerte relación entre los cambios en las tasas de infección por COVID y la evaluación de la situación por parte de los estadounidenses.”

“Cuando el porcentaje de nuevos casos de COVID-19 se disparó en el verano y el otoño, la mayoría de los estadounidenses dijeron que la situación estaba empeorando.”

“En abril pasado, cuando Gallup preguntó por primera vez a los estadounidenses su opinión sobre la situación del COVID-19 en Estados Unidos, el 56% dijo que estaba empeorando, mientras que el 29% dijo que estaba mejorando y el 15% dijo que seguía igual.”

Hasta mediados de junio, aproximadamente cuatro de cada 10 estadounidenses dijeron que la situación estaba mejorando, incluido un récord de 47% durante la primera semana de junio.

A medida que aumentaron los casos de COVID-19 a lo largo de junio, luego de una relajación de los cierres de empresas en varios estados, los estadounidenses se volvieron mucho más pesimistas.

A fines de junio, por primera vez desde abril, la mayoría de los estadounidenses (65%) dijo que la situación estaba empeorando. “La mayoría de los estadounidenses seguirían viendo que la situación empeoraba hasta mediados de agosto, con un pico del 73% y a medida que los nuevos casos de la enfermedad aumentaron a más de 70.000 en un día.”

La empresa encuestadora Gallup en su comunicado sostiene que el número de casos nuevos disminuyó en septiembre, el porcentaje de estadounidenses que informaron que la situación empeoraba también disminuyó, cayendo al 42%, solo para volver a subir en noviembre, igualando el pico anterior del 73%.

En enero de este año, el número de nuevos casos comenzó a caer, al igual que el porcentaje que decía que la situación estaba empeorando, al 39%. El optimismo de los estadounidenses mejoró aún más en la encuesta de febrero, ya que los nuevos casos continuaron disminuyendo en todo el país.

Sobre suministros, pruebas y materiales

En abril pasado, la preocupación por el acceso a las pruebas de COVID-19, así como a los suministros y servicios médicos, fue generalizada.

En ese momento, el 60% de los estadounidenses estaban muy o moderadamente preocupados por la disponibilidad de las pruebas de COVID-19, y el 64% estaban muy o moderadamente preocupados por la disponibilidad de suministros, servicios y tratamientos hospitalarios en su área.

A medida que se aislaron en un esfuerzo por «aplanar la curva» y reducir la tasa de infección, la preocupación de los estadounidenses sobre el acceso a las pruebas de COVID-19 y los suministros y servicios médicos disminuyó.

A mediados de junio, al 33% de los estadounidenses les preocupaba el acceso a las pruebas de COVID-19 y al 34% el acceso a suministros y servicios médicos. Sin embargo, a medida que aumentaron los casos, también lo hizo la preocupación, con aproximadamente cuatro de cada 10 estadounidenses que registraron preocupación por ambos hasta agosto del año pasado.