La manifestación comenzó en Champ de Mars, en el centro de Puerto Príncipe, y culminó en una comisaría de la comuna de Delmas, al este de la ciudad. (Crédito foto: Darbenzky Gilbert).

Al menos ocho de sus colegas han sido asesinados en lo que va de este año.

Por Javier Valdivia, especial para la Sociedad Interamericana de Prensa.

Miami, EEUU — Decenas de periodistas marcharon de blanco el domingo por Haití para denunciar el asesinato de ocho de sus colegas este año y exigir a las autoridades del país el esclarecimiento de cada caso.

La manifestación comenzó en Champ de Mars, en el centro de Puerto Príncipe, y culminó en una comisaría de la comuna de Delmas, al este de la ciudad, donde ese domingo, 30 de octubre, el reportero Romelo Vilsaint murió de un balazo en la cabeza mientras protestaba por la detención de otro colega, Robeste Dimanche, que luego fue liberado.

«Estamos aquí para denunciar la brutalidad policial contra los periodistas y pedir a la inspección general de la policía que dé seguimiento al expediente relacionado con el asesinato del periodista Romelo Vilsaint», dijo el abogado Arnel Rémy a la agencia AlterPress, uno de los varios medios locales que cubrieron la actividad.

Los periodistas también recordaron a las autoridades la advertencia del Colectivo de Medios en Línea (CMEL), organizador de la marcha, de que los miembros de la organización no cubrirían ninguna rueda de prensa de la policía si la institución se niega a informar sobre los resultados de las investigaciones.

La CMEL presentó la semana pasada una denuncia ante la Fiscalía de Puerto Príncipe contra los agentes acusados del asesinato de Vilsaint. Inicialmente se informó de que una bomba de gas lacrimógeno le había alcanzado. Sin embargo, Gary Desrosiers, portavoz de la policía, confirmó a Associated Press que el reportero murió de un «disparo fatal» durante «una situación desafortunada».

Al día siguiente, la policía anunció la apertura de una investigación. El gobierno lamentó la muerte del periodista, corresponsal permanente en la capital haitiana de Radio Génération 80, con sede en la ciudad de Port-de-Paix, en el noroeste del país.

En 2022 fueron asesinados ocho periodistas, víctimas de la violencia en Haití, un país que se enfrenta a una grave crisis de seguridad provocada por la acción de bandas armadas, las protestas antigubernamentales y el uso excesivo de la fuerza policial.

Además de Vilsaint, la muerte más reciente fue la del periodista Fritz Dorilas. Según los medios de comunicación locales, murió el 5 de noviembre en la comuna de Tabarre, al noreste de Puerto Príncipe, cuando unos individuos armados dispararon cerca de su casa durante unos enfrentamientos entre bandas.

Sin embargo, el portal en línea Alaminute.Info informó que Dorilas, copresentador del programa «La ley, el derecho y la justicia» en la radio Megastar, fue sacado por la fuerza de su casa, situada en el sector de Carradeux, y luego ejecutado en las proximidades mientras se producía el tiroteo. La policía aún no ha confirmado la causa de la muerte.

Las muertes de Dorilas y Vilsaint se suman las de otros seis periodistas: Tess Garry, Radio Lebon FM, 24 de octubre; Frantzsen Charles, FS NEWS, y Tayson Lartigue, Tijèn Jounalis, 11 de septiembre; Maxihen Lazarre, Rois des infos, 23 de febrero; Wilguens Louissaint, colaborador en distintos medios digitales, y Amady John Wesley, radioemisora Écoute FM, 6 de enero de 2022.

Una resolución sobre Haití, aprobada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) durante su 78ª Asamblea General, celebrada en Madrid, subraya que el clima de violencia y la crisis política, económica y de seguridad en la que está inmerso el país mantienen a los periodistas en una situación de indefensión y alto riesgo.

La SIP hizo un llamado al gobierno para que garantice la preservación de la libertad de expresión y el ejercicio libre y seguro del periodismo e instó a las organizaciones de prensa de las Américas a expresar su solidaridad y apoyo a los periodistas y medios de comunicación que siguen cumpliendo su misión informativa a pesar de las circunstancias de alto riesgo.