El vocero del Gobierno pidió la comprensión y colaboración de todos los ciudadanos para respetar esta normativa, que busca garantizar el orden y la tranquilidad durante el proceso electoral.

El mandatario Luis Abinader convoca a reunión de de emergencia para evaluar acciones frente a la situación climática en la República Dominicana

Por Diómedes Tejada

Santo Domingo, República Dominicana — El retorno del presidente de la república, Luis Abinader, desde Washington, Estados Unidos, marca el inicio de una nueva fase en la gestión gubernamental. El país se enfrenta a las consecuencias devastadoras de las intensas lluvias que han golpeado múltiples regiones, desencadenando una serie de eventos climáticos adversos.

Ante esta situación, Abinader ha convocado una reunión de emergencia en el Palacio Nacional para coordinar esfuerzos y evaluar de cerca la magnitud del impacto de las precipitaciones.

Acompañado por la vicepresidenta Raquel Peña y los principales organismos de rescate, el presidente busca comprender a fondo la situación y establecer estrategias efectivas de respuesta.

La gravedad de la situación ha sido comunicada por el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), que ha destacado la necesidad de tomar medidas inmediatas para mitigar los impactos.

El COE ha elevado la alerta a máxima roja en cinco provincias, evidenciando la urgencia de la situación. Deslizamientos de tierra, inundaciones repentinas y comunidades incomunicadas son solo algunas de las adversidades que enfrenta el país en estos momentos.

La respuesta gubernamental hasta el momento ha sido ágil y coordinada, con un despliegue efectivo de asistencia social en las áreas más afectadas. El ministro Administrativo de la Presidencia, Igor Rodríguez, ha supervisado personalmente las labores de ayuda en el terreno.

El impacto de las lluvias se extiende a lo largo y ancho del país, afectando no solo al Distrito Nacional, sino también a provincias como Santo Domingo, Santiago Rodríguez, Elías Piña, Puerto Plata, Duarte, Monte Plata y La Vega. 

Desde inundaciones urbanas hasta la interrupción del suministro de agua, los desafíos son múltiples y requieren una respuesta colectiva y decidida.

En medio de esta crisis, las provincias enfrentan desafíos adicionales. 

La República Dominicana se encuentra en estado de alerta tras las intensas lluvias que azotaron el territorio durante la noche del martes, dejando a su paso cientos de viviendas afectadas, acueductos inoperativos, deslizamientos de tierra y comunidades aisladas.

La persistencia de una vaguada ha sido identificada como la causa principal de estas adversidades, que han golpeado especialmente al Distrito Nacional y diversas provincias como Santo Domingo, Santiago Rodríguez, Elías Piña, Puerto Plata, Duarte, Monte Plata y La Vega.

En el Distrito Nacional, la situación es crítica, con inundaciones urbanas en sectores como los Guandules, donde la avenida Rincón se ha convertido en un cauce temporal. El COE informa que 34 acueductos están fuera de servicio, dejando a más de 381,000 personas sin acceso al vital recurso del agua.

El caos se extiende por las calles y avenidas de la capital, con bloqueos viales que obligan a los ciudadanos a enfrentar largas y tediosas esperas. 

En Santo Domingo Norte, la cañada el Manguito se desbordó, provocando inundaciones en unas 60 viviendas en Sábana Pérdida. Además, el desbordamiento del río Ozama ha dejado aisladas a las comunidades de Serrallés, La Cuaba, La Gina y Centro de Pensó.

El impacto se siente también en otras regiones. En Elías Piña, un deslizamiento de tierra ha dejado parcialmente incomunicada la comunidad de La Tinaja con Sobacon. 

En Duarte, la localidad de los Rieles en Villa Riva ha sido inundada, mientras que en Puerto Plata, el río Guaranal ha dejado aislados a los sectores de La China y Altamira.

En La Vega, las lluvias torrenciales han causado estragos en los barrios Las Carolinas, El Vedado, San Miguel, El Nápoles, La Sánchez y Villa Francisca, entre otros. Aquí unas 699 viviendas están afectadas en El Hatico, resaltando la magnitud del desafío al que se enfrenta la nación dominicana en estos momentos.