La tesis que ha encontrado más aceptación en el ámbito científico ha sido la del alemán Johannes Kepler, quien en 1614 asoció la estrella de Belén a la conjunción de Júpiter y Saturno, un fenómeno muy raro se habría producido en el año 7 a.C., uno de los últimos del reinado de Herodes. (Imagen: Fuente externa).

La comunidad científica ha asociado la estrella de Belén a la conjunción de Júpiter y Saturno.

Houston, Texas–El evangelio de Mateo (2,1) menciona que una estrella, conocida como la estrella de Belén, apareció en el firmamento y guió a los magos para que pudieran encontrar a Jesús niño.

“…Unos magos de oriente llegaron entonces a Jerusalén y preguntaron: ‘¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo’…”

Algunos científicos aseguran que aquella estrella que guio a los sabios de oriente hacia Cristo Jesús, podría haberse tratado de: 1) la estrella polar; 2) del reflejo del planeta Saturno; 3) de un cometa o una estrella muy brillante del cinturón de Orión.

Sin embargo, la tesis que ha encontrado más aceptación en el ámbito científico ha sido la del alemán Johannes Kepler, quien en 1614 asoció la estrella de Belén a la conjunción de Júpiter y Saturno, un fenómeno muy raro se habría producido en el año 7 a.C., uno de los últimos del reinado de Herodes.

En su punto más cercano desde hace 800 años
Según el astrónomo Patrick Hartigan, la Universidad Rice (Houston, Texas), en una entrevista ofrecida a la revista Forbes, este fenómeno ocurre cada 19.6 años, pero en este mes de diciembre los planetas Júpiter y Saturno se encontrarán tan cerca que parecerán un solo cuerpo celeste.

“Tendría que retroceder hasta justo antes del amanecer del 4 de marzo de 1226, para ver una alineación más cercana entre estos objetos visibles en el cielo nocturno”, explicó el científico.