La cancillería de Polonia rechazó los actos y defendió la inmunidad diplomática del funcionario ruso en ese país.
Varsovia, Polonia — Manifestantes que se oponen a la guerra en Ucrania arrojaron pintura roja al embajador de Rusia en Polonia cuando llegaba a un cementerio de Varsovia el lunes y le impidieron presentar sus respetos a los soldados del Ejército Rojo que murieron durante la Segunda Guerra Mundial.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, denunció el ataque y dijo “no nos asustaremos”, mientras que “la gente de Europa debería tener miedo de ver su reflejo en un espejo”.
El ministro de Exteriores polaco, Zbigniew Rau, calificó el incidente como “muy deplorable”.
“Los diplomáticos gozan de una protección especial, sin importar las políticas buscadas por los gobiernos a los que representan”, subrayó.
El embajador Sergey Andreev llegó al cementerio de soldados soviéticos a dejar flores por el Día de la Victoria, que conmemora la derrota de la Alemania nazi por parte de los Aliados. El día se celebró con ostentación en un desfile en la Plaza Roja de Moscú, informa la Voz de América.
Cuando el embajador llegó al cementerio en Varsovia, fue recibido por cientos de activistas que se oponen a la guerra de Rusia en Ucrania. Los manifestantes primero le arrebataron la corona de flores que tenía intención de colocar en el cementerio y la pisotearon. Pintura roja fue arrojada desde atrás del embajador antes de que un manifestante a su lado le aventara una gran cantidad al rostro.
Zakharova dijo que los “admiradores de los neonazis una vez más mostraron la cara”. Agregó que el ataque, junto con la remoción de monumentos a los héroes del ejército soviético de la Segunda Guerra Mundial, reflejaba el “curso de la reencarnación del fascismo”.
Los inconformes llevaban banderas ucranianas y gritaban al embajador “fascista” y “asesino”, y algunos estaban envueltos en sábanas blancas cubiertas de sangre para simbolizar a las víctimas ucranianas. Otras personas en el grupo del embajador también fueron rociadas con lo que parecía ser pintura roja.
Algunos comentaristas rusos insinuaron que el ataque al embajador podría provocar que Moscú lo retirara y pidiera al embajador polaco irse.
El gobierno polaco fue criticado por no brindar más seguridad al embajador. Otros criticaron al funcionario por presentarse en el cementerio teniendo en cuenta la guerra en Ucrania, describiendo su presencia allí como una provocación.
También el domingo, hubo manifestaciones en Varsovia contra la guerra. Los manifestantes remolcaron un tanque militar con un tractor que estacionaron frente a la embajada rusa. Desde que inició la guerra el 24 de febrero, las imágenes de tractores jalando tanques rusos han sido símbolos de la resistencia ucraniana.