Estudio halla vínculo entre necesidad del móvil, estrés y niveles más altos de obsesión-compulsión.
Cleveland, Ohio–Los sentimientos de pánico cuando una persona está lejos de su teléfono inteligente podrían estar relacionados con sentimientos generales de insuficiencia e inferioridad, sugiere un nuevo estudio de jóvenes en Portugal.
El estudio, publicado en la edición más reciente de la revista Computers in Human Behavior Reports, encontró que el género no influye en si las personas se sentirán aprensivas o ansiosas sin sus teléfonos.
La obsesión-compulsión se midió pidiendo a los participantes que calificaran cuánto sentían que tenían que «comprobar y volver a comprobar lo que haces» y preguntas similares.
Pero las personas que se sienten así tienden a ser más ansiosas y obsesivo-compulsivas en su vida diaria que otras personas, sugiere el estudio.
«Es ese miedo, esa sensación de pánico, de ‘oh, no, dejé mi teléfono en casa'», dijo Ana-Paula Correia, una de las autoras del estudio, profesora asociada en el departamento de estudios educativos de The Ohio State University y director del Centro de Educación y Capacitación para el Empleo del Estado de Ohio.
La investigación se basó en el trabajo anterior de Correia, que creó un cuestionario para evaluar la dependencia de las personas en sus teléfonos inteligentes y exploró el término «nomofobia», el miedo a estar lejos del teléfono inteligente. (La nomofobia no está reconocida como un diagnóstico por la Asociación Estadounidense de Psiquiatría).
Para este estudio, los científicos entregaron ese cuestionario y otro que evaluaba síntomas psicopatológicos como ansiedad, obsesión-compulsión y sentimientos de insuficiencia a 495 adultos de 18 a 24 años en Portugal. Esos adultos informaron que usan sus teléfonos entre cuatro y siete horas al día, principalmente para aplicaciones de redes sociales.
Los investigadores hallaron que mientras más participantes usaban su teléfono inteligente cada día, más estrés informaban sentir sin su teléfono. Un poco más de la mitad de los participantes del estudio eran mujeres; el estudio no encontró un vínculo entre el género y los sentimientos de nomofobia.
Los investigadores también encontraron que cuanto mayor era la puntuación de los participantes en la obsesión-compulsión, más temían estar sin su teléfono. La obsesión-compulsión se midió pidiendo a los participantes que calificaran cuánto sentían que tenían que «comprobar y volver a comprobar lo que haces» y preguntas similares.
Existe una diferencia entre el uso normal de un teléfono inteligente que beneficia la vida de una persona, por ejemplo, el chat de video con amigos cuando no pueden estar juntos en persona o usarlo para el trabajo, y el uso de un teléfono inteligente que interfiere con la vida de una persona.
Ese tipo de comportamiento, señaló Correia, es más probable que cause ansiedad cuando estamos lejos de nuestros teléfonos.
Y los resultados del estudio sugieren que las personas que experimentan tensión podrían ver sus teléfonos como una herramienta para controlar el estrés.
«Este concepto es más que solo el teléfono», dijo Correia.
«Las personas lo usan para otras tareas, incluidas las redes sociales, conectarse, saber qué está pasando con sus influencers en las redes sociales. Por lo tanto, estar lejos del teléfono o el teléfono con poca batería puede cortar esa conexión y dejar a algunas personas con sentimientos de agitación.»