Esta variante de mpox, bautizada con el nombre de clado 1b, podría ser más letal que la que se detectó en 2022. A pesar de que la mayoría de los casos se están dando en la región africana, la preocupación es que el virus pueda propagarse a otros lugares.
  • Expertos médicos de la Organización Mundial de la Salud decidieron poner fin a la emergencia sanitaria global por el COVID-19. El anuncio se conoció este viernes.
  • Pese al fin de la declaración de emergencia, los expertos de la OMS resaltaron que esta acción “no significa que el COVID-19 dejó de ser una amenaza global”.
  • La pandemia ha costado la vida a más de 6,9 millones de personas en todo el mundo.
  • Al finalizar abril, se habían administrado en el mundo más de 13.000 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19, según datos de la OMS.

Ginebra, Suiza — El COVID-19 ya no representa una emergencia de salud global, dijo el viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS), un paso importante hacia el final de la pandemia que ha matado a más de 6,9 millones de personas, interrumpido la economía global y devastado comunidades.

El anuncio llega un días después de que expertos médicos de la OMS se reunieran a puertas cerradas, algo que venían haciendo cada tres meses, para determinar si continuaba o no la emergencia sanitaria vigente desde el 2020.

«Ayer, el Comité de Emergencia se reunió por decimoquinta vez y me recomendó que declarara el fin de la emergencia de salud pública de interés internacional. He aceptado ese consejo. Por lo tanto, es con gran esperanza que declare el fin de COVID-19 como un emergencia sanitaria mundial», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Además afirmó que los expertos hicieron la recomendación después de analizar “cuidadosamente” los datos relacionados al impacto del virus en el mundo, informa la Voz de América.

El comité de emergencias de la OMS declaró por primera vez que la COVID representaba su nivel más alto de alerta hace más de tres años, el 30 de enero de 2020. El estado ayuda a centrar la atención internacional en una amenaza para la salud, además de reforzar la colaboración en vacunas y tratamientos.

“Luego de más de tres años ya es el momento de confrontar la pandemia de COVID-19, que ha causado tanto sufrimiento, con nuevas herramientas y ambiciones. Una de ellas siendo el prepararse para futuras pandemias”, lee la determinación del comité, dijo Didier Houssin, presidente del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS.

Sobre 6.9 millones de personas en el mundo han fallecido a causa del COVID-19, mientras la OMS estima más de 765 millones de casos positivos confirmados.

“Durante más de un año, la pandemia ha tenido una tendencia a la baja con el aumento de la inmunidad de la población a partir de la vacunación y la infección, (así como) la disminución de la mortalidad y la disminución de la presión sobre los sistemas de salud. Esta tendencia ha permitido a la mayoría de los países volver a vivir como lo conocíamos antes del COVID-19”, agregó Ghebreyesus.

Al finalizar abril, se habían administrado en el mundo más de 13.000 millones de dosis de vacunas contra el COVID-19, según datos de la OMS.

Cuando OMS declaró la emergencia sanitaria, fuera de China se habían reportado menos de 100 casos. Tres años después, “el COVID-19 ha cambiado el mundo”, dijo Adhanom Ghebreyesus.

Pese al fin de la declaración de emergencia, los expertos de la OMS resaltaron que esta acción “no significa que el COVID-19 dejó de ser una amenaza global”.

“Nosotros no declaramos cuando comienzan las pandemias o cuando terminan las pandemias, epidemiológicamente ese virus continuará causando olas (de casos). En lo que estamos esperanzados es que tenemos las herramientas para asegurar que esas olas no terminen en una enfermedad más severa”, apuntó Maria Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS.

Una recomendación adicional del comité de emergencia, que el director de la OMS decidió implementar, es establecer un comité de revisión para desarrollar recomendaciones permanentes a largo plazo para los países sobre cómo manejar COVID-19 de manera continua. Esto incluiría acciones en cinco áreas centrales: vigilancia colaborativa, protección comunitaria, atención segura y escalable acceso a contramedidas y coordinación de emergencias.