
«Personas que necesitan tratamiento para enfermedades como cáncer, padecimientos cardiovasculares y diabetes no han recibido los cuidados y medicinas que precisan desde que empezó la pandemia», declaró el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Ginebra, Suiza.-La Organización Mundial de la Salud, OMS, advirtió que motivado por la pandemia del COVID-19, pacientes en tratamiento por enfermedades crónicas, de cáncer, padecimientos cardiovasculares y diabetes que necesitan tratamiento, «no han recibido los cuidados y medicinas que precisan desde que empezó la crisis por el coronavirus.»
La revelación parte de una encuesta de la agencia de las Naciones Unidas especializada en salud, quienes consideran el hecho como «alarmante»,ya que según sostiene, «las personas que viven con estos padecimientos corren un mayor riesgo de muerte si adquieren el coronavirus.»
En el referido estudio se muestra que «los servicios de prevención y tratamiento de las enfermedades no contagiosas se han interrumpido desde el inicio de la pandemia de COVID-19, una situación muy preocupante ya que estos males causan la muerte anual de más de 40 millones de personas, además de que quienes las padecen corren un mayor riesgo de fenecer si los ataca el coronavirus.»
El sondeo se llevó a cabo en 155 países durante tres semanas en mayo, revelando que si bien el impacto es global, los países de renta baja son los más afectados.
El director general de la Organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus, explicó que muchas personas que necesitan tratamiento para enfermedades como cáncer, padecimientos cardiovasculares y diabetes no han recibido los cuidados y medicinas que precisan desde que empezó la pandemia.
“Es vital que los países encuentren maneras innovadoras de garantizar que los servicios esenciales para las enfermedades crónicas continúen aunque al mismo tiempo estén combatiendo el COVID-19”, dijo Ghebreyesus.
El principal hallazgo de la encuesta fue que el 53% de los países han interrumpido parcial o totalmente los programas de tratamiento de la hipertensión, la diabetes y las complicaciones relacionadas con esta enfermedad.
Del mismo modo, el tratamiento para el cáncer se ha visto afectado en 42% de los países y, en el caso de las emergencias cardiovasculares, la afectación abarca al 31% de los países.
Además, los servicios de rehabilitación se han perturbado en el 63% de las naciones pese a que la rehabilitación es crucial para la recuperación integral de los enfermos graves de COVID-19.
En la mayor parte los países que respondieron la encuesta, alrededor del 94%, las autoridades sanitarias encargadas de las enfermedades no contagiosas fueron reasignadas parcial o completamente a apoyar la atención al COVID-19.
También se pospusieron los programas públicos de monitoreo, como los exámenes de detección de cáncer de mama o útero-cervical, en la mitad de los países.
Esta medida se ajusta a la recomendación inicial de la Organización Mundial de la Salud de reducir los cuidados no urgentes que se otorgan en instalaciones médicas mientras se luchara contra la pandemia.
Sin embargo, las razones más socorridas para que se descontinuaran o disminuyeran los servicios fue la cancelación de los tratamientos programados, la reducción de los servicios de transporte público y la falta de personal debida a las reasignaciones para apoyar los servicios al COVID-19.
En el 20% de los países que reportaron interrupciones, éstas se debieron en gran parte también a la falta de medicamentos, pruebas de diagnóstico y otras tecnologías.
La OMS destacó que existe un vínculo entre los niveles de interrupción de los servicios de tratamiento de las enfermedades crónicas y la evolución del COVID-19 en los países. Los servicios se alteran a medida que un país pasa de los casos esporádicos a la transmisión comunitaria del coronavirus.