Orlando Gutiérrez Boroant, "la piedra en el zapato desde el exilio en Cuba para los castristas en la Isla."

Gutiérrez-Boronat se ha convertido en “una piedra en el zapato del régimen cubano.” El catedrático y periodista cubanoamericano mantiene fuertes vínculos con la República Dominicana, legisladores y activista dominicanos por los Derechos Humanos.

Miami, Florida. -Orlando Gutiérrez-Boronat, secretario general del Directorio Democrático Cubano, denunció una campaña de difamación en su contra que se origina desde Cuba, lo que asegura, obedece a que en “Florida y escenarios internacionales lidera iniciativas que socavan la estabilidad del régimen que gobierna a Cuba desde 1959”, recibiendo epítetos en su contra como “terrorista y contrarrevolucionario”, buscando descalificar su activismo en la tenaz lucha para democracia y respeto de derechos humanos en la Isla.

Muy vinculado a la República Dominicana, no solo en su calidad de catedrático, sino además como periodista, el también doctor en filosofía y coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC) afirma que “lo llamen así, no le molesta. Si querer la libertad para mi pueblo oprimido me convierte en ‘terrorista’, sin jamás haber asesinado a alguien, es algo que me motiva a seguir adelante”.

“Ni el Directorio Democrático Cubano [DDC, del que es cofundador] ni mi persona tienen en su haber un solo acto de terrorismo, mientras que esa tiranía [la dictadura castrista] ha cometido cientos, sino miles de crímenes de lesa humanidad en el mundo”, agregó Gutiérrez-Boronat, quien además forma parte del Frente Hemisférico por la Libertad, donde figuran legisladores y un ex ministro y legislador dominicano también, entre otras figuras cimeras en la lucha democrática en la República Dominicana.

Gutiérrez-Boronat tiene la certeza de que es blanco de una campaña de desprestigio en los medios oficialistas en la isla. Como parte de ello, sostiene que “el presentador del Noticiero de la Televisión Cubana, Humberto López, cada vez que tiene una oportunidad se refiere a él como un connotado contrarrevolucionario y terrorista.”

El periódico Granma sigue la misma línea, como también otros medios que sirven a los intereses de la élite que gobierna la nación insular. Ahora se le muestra como el “incitador” de las manifestaciones en más de 40 ciudades cubanas, en el contexto del levantamiento popular que se inició el pasado 11 de julio.

Integridad personal

Pero además de la imagen, —aseguró— su integridad personal ha estado en juego. Edmundo García, periodista y vocero de la dictadura en el sur de la Florida, en un video publicado en YouTube en diciembre del año pasado, dirigiéndose a Gutiérrez-Boronat, dijo: “Puede ser que tu Mercader esté en el camino”.

Con esto, García habría advertido al dirigente opositor que podría ocurrirle algo similar a lo de León Trotsky, figura clave de la revolución rusa, asesinado por órdenes de Stalin en México, en agosto de 1940, a manos del catalán Ramón Mercader, militante comunista y agente del servicio de seguridad de Moscú.

Sobre las palabras del militante del castrocomunismo, Gutiérrez-Boronat aseveró que “nunca subestimo” al régimen cubano, “al cual nos enfrentamos para lograr la libertad y la democracia para Cuba y sabemos que es un régimen con un largo historial de llevar a cabo asesinatos de opositores dentro y fuera de la isla”.

El secretario nacional del Directorio Democrático Cubano, DDC y también coordinador de la Asamblea de la Resistencia Cubana (ARC), interpuso una denuncia penal contra García. Su abogado, Marcell Felipe, comentó en días después que “varias agencias” estaban investigando el caso, entre estas la Fiscalía Estatal de Miami-Dade. Seis meses después, aún no hay respuestas.

Como parte de sus denuncias, recordó varias agresiones que ha sufrido en su trayectoria de defensa por la democracia en Cuba. Citó entre estas, la ocurrida en el 2003 en un acto en el Hotel El Lince en Perú, donde dijo “fue agredido y si no es por la intervención de René Bolio, un sujeto de la embajada castrista me hubiera rajado la cabeza con una cabilla. El tipo venía por detrás de mí y Bolio se le tiró encima y lo tumbó al piso.  El tipo era más alto que yo”.

Boronat sobresale por su lucha anticastrista desde diferentes escenarios nacionales e internacionales, ha pisado los ‘callos’ de la dictadura y la tiene ‘caminando’ con dificultades en los últimos años, según señalan los expertos en temas geopolíticos.

Entre una decena de iniciativas recientes, el cubanoamericano ha promovido la suspensión de cruceros a Cuba, un negocio lucrativo que inyecta recursos al sector militar, y la cabal aplicación de los artículos II y III de la Ley Helms-Burton, una legislación que reúne todas las disposiciones del embargo de EEUU al gobierno de la isla y las condiciones para su levantamiento.

El 27 de marzo de 2017 se crea la Comisión Justicia Cuba. El activista logró reunir a defensores de los derechos humanos de 10 países, que, en dos años, tras una compleja labor de fiscalización, pudieron elaborar una lista de 43 funcionarios de la dictadura del país caribeño a los que se atribuyen delitos de lesa humanidad.

Después vendría la Caravana Anticomunista, un desfile que contó con la participación de más de 300 vehículos en Miami, todo un ‘carnaval de voces’ que demandaba el fin de la ideología que ha llevado a la pobreza a países como Cuba, Venezuela y Nicaragua.

Siguiendo en orden cronológico, en marzo pasado surgió el Frente Hemisférico por la Libertad, un ente con mayor radio de acción que la Comisión Justicia Cuba, dado que abarca otros países en donde se han perdido las libertades propias de la democracia.

Lo más reciente ha tenido al régimen caminando en la ‘cuerda floja’. Cientos de miles de cubanos se lanzaron a las calles de la isla en demanda de libertad, al tiempo que sus coterráneos en el exilio, a través de organizaciones con la ARC y el DDC, entre otras también importantes, apoyaron con manifestaciones el clamor que se sigue escuchando en cada rincón de la nación caribeña.

“Este es el comienzo del fin. Necesitamos el respaldo de Estados Unidos y de la comunidad internacional”, puntualizó Gutiérrez-Boronat, a quien la dictadura observa detenidamente tras cada paso en la compleja tarea de llevar de nuevo la democracia a Cuba.