Este proyecto de triangulación permite hablar de Corredores Biológicos para interconectar áreas protegidas y otros espacios importantes para la biodiversidad de la República Dominicana.
  • Esta iniciativa realizada gracias a una colaboración entre Alemania, Costa Rica y República Dominicana, es financiada por el Fondo Regional para la Cooperación Triangular con Socios en América Latina y el Caribe, e implementada por la Cooperación Alemana para el Desarrollo, GIZ

Santo Domingo, República Dominicana – Con el objetivo de fortalecer la gestión y establecimiento de corredores biológicos en República Dominicana, se aprobó el proyecto de cooperación triangular junto con Costa Rica y Alemania que fomenta el desarrollo de políticas y estándares destinados al manejo de zonas de conectividad en el país.

A pesar de que en República Dominicana se ha trabajado los temas de conectividad ecológica en los últimos años, no así el término corredor biológico, ya que en el país no se cuenta con un protocolo o marco conceptual estandarizado que permita el establecimiento de corredores biológicos y su adecuada gestión.

Un comunicado de la misión alemana en República Dominicana, precisa que el proyecto “Fortalecimiento de capacidades para la gestión territorial sostenible de los Corredores Biológicos de República Dominicana”, busca crear una propuesta política y metodológica que permita manejar estas áreas de conectividad de manera eficiente y eficaz a nivel nacional.

Esta iniciativa realizada gracias a una colaboración entre Alemania, Costa Rica y República Dominicana, es financiada por el Fondo Regional para la Cooperación Triangular con Socios en América Latina y el Caribe, e implementada por la Cooperación Alemana para el Desarrollo, GIZ, en el marco del Portafolio Biodiversidad y Negocios para Centroamérica y República Dominicana (daBio), por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).

Participan de esta cooperación, de República Dominicana el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MIMARENA) y el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD), y de Costa Rica el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN) y el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Svenja Paulino, Directo del Programa daBio, afirma: “Gracias al intercambio de experiencias entre República Dominicana y Costa Rica, se pueden fortalecer las capacidades institucionales y locales de los corredores biológicos en el país, además de mejorar los instrumentos de planificación, gestión y evaluación que permitan crear herramientas y mecanismos para su gestión.»

«Este tipo de cooperaciones, en las que también participa el sector privado, son necesarias para potenciar y acelerar el desarrollo regional en armonía con la biodiversidad”.

Costa Rica cuenta con más de 50 corredores biológicos y experiencia de 17 años en la gestión de la biodiversidad en paisajes productivos, lo que ha permitido tener un programa nacional consolidado para el monitoreo de áreas de conectividad. Además, este país centroamericano ha liderado procesos y proyectos en el Marco del Corredor Biológico Mesoamericano.

Este proyecto de triangulación permite hablar de Corredores Biológicos para interconectar áreas protegidas y otros espacios importantes para la biodiversidad de la República Dominicana en términos de posible nueva normativa, herramientas técnicas para el establecimiento, y en la gestión y monitoreo de éstos.

También, hace posible conectar comunidades, empresas, gobiernos municipales y diferentes actores locales que se unan para mejorar su biodiversidad y recursos naturales.

Mario Coto Hidalgo, director técnico del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (SINAC) del Ministerio de Ambiente y Energía de Costa Rica (MINAE), afirma: “Desde el SINAC nos sentimos muy honrados por la confianza del Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales de la República Dominicana para que podamos interactuar sobre esta temática en particular, pero también porque esto seguirá mejorando el intercambio de conocimiento y experiencias entre ambos países. Al gobierno alemán y a la GIZ agradecemos esta oportunidad que nos permite continuar trabajando en conjunto”.

Actualmente, ambos países intercambian experiencias con el objetivo de que República Dominicana pueda conocer, ajustar y replicar el modelo de gestión costarricense en materia de corredores biológicos para fortalecer las capacidades institucionales y locales.

En abril se realizó una misión a República Dominicana en la que participaron delegados nacionales y costarricenses en una visita que incluyó las cuencas media y baja del Río Jura con el objetivo de crear los criterios técnicos para establecer el piloto del corredor verde de Azua. La gira incluyó también talleres de cooperación triangular para el establecimiento de estructuras de conducción, gobernanza, participación de actores locales, entre otros.

La directora de Cooperación Bilateral del Ministerio de Economía, Clara Aquino, explica que este proyecto será implementado a partir de las experiencias desarrolladas por los países participantes, lo que demuestra el interés conjunto de posicionar el turismo ecológico basado en la conservación de la biodiversidad, un aspecto fundamental para el desarrollo económico y social de la región.

“Estamos muy felices de estar en este proyecto, ya que actividades como estas fortalecen las relaciones de cooperación entre Alemania, Costa Rica y República Dominicana”, concluye Aquino.

Se destaca la participación y empoderamiento de las misiones diplomáticas en República Dominicana, encabezadas por los embajadores S.E Maike Friedrichsen de Alemania y Edwin Arias de Costa Rica, quienes reafirmaron el compromiso de sus países en seguir trabajando a favor del medio ambiente.

Los corredores biológicos son conectores de la áreas silvestres protegidas y zonas terrestres, marino-costeras o insulares donde convergen las personas, los hábitats naturales y los paisajes productivos, y donde también se generan condiciones que permiten la conservación y uso sostenible de la biodiversidad. La cooperación entre países de la región es fundamental para proteger los servicios ecosistémicos de los que depende el desarrollo económico sostenible y la vida humana en general.