Las autoridades también han cerrado el National Mall junto con carreteras y estaciones de Metro en gran parte del centro de Washington, D.C. (Foto: Cortesía de la Voz de América).
  • 25-mil efectivos de la Guardia Nacional refuerzan perímetro de seguridad del Capitolio, rodeado con dos cercas.
  • Alambradas de púas, vallas de siete pies de alto, el centro de la capital federal desierto y poco público para la ceremonia.
  • Seguridad total cubre varios kilómetros a la redonda para los actos de toma de posesión del nuevo presidente, Joseph Biden.

Washington, D.C.-En vísperas de la toma de posesión este miércoles del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, el Departamento Federal de Investigaciones, FBI, está realizando un control de seguridad de los 25.000 miembros de la Guardia Nacional asignados a Washington para proteger el evento, en medio de las preocupaciones de un posible ataque interno.

El secretario del Ejército, Ryan McCarthy, le dijo a Associated Press que hasta el momento no tiene evidencias de eventuales amenazas y que por ahora la investigación no ha revelado ningún problema entre los miembros de la Guardia Nacional.

«Continuamente estamos pasando por el proceso, y examinamos en segundo y tercer lugar a cada una de las personas asignadas a esta operación», dijo McCarthy. Explicó que existen informes de inteligencia que sugieren que grupos externos están organizando manifestaciones armadas previas al día de la investidura de Biden, informa la Voz de América

La seguridad del evento centra la atención mucho más que en ocasiones anteriores, debido a que esta toma de posesión se produce dos semanas después de que miles de partidarios del presidente saliente, Donald Trump, irrumpieran en el Capitolio de Estados Unidos de forma violenta. En el incidente murieron cinco personas.

El área alrededor del Capitolio es un campamento armado, con cercas y alambradas que rodean los terrenos. Las autoridades también han cerrado el National Mall junto con carreteras y estaciones de Metro en gran parte del centro de Washington.

También están se han cerrado los puentes que conectan a Washington con el estado de Virginia.
Miles de soldados de la Guardia Nacional y agentes de la ley están estacionados en el área para protegerla de eventuales hechos de violencia.

Pese a las preocupaciones de seguridad, Biden planea seguir adelante con la ceremonia de investidura en su ubicación tradicional.

«Nuestro plan y nuestra expectativa es que el presidente electo Biden ponga su mano sobre la Biblia con su familia afuera, en el lado oeste del Capitolio, el 20 (de enero)», dijo Kate Bedingfield, directora de comunicaciones de Biden, al programa «This Week» de ABC.

Además explicó que el equipo de Biden tiene «plena fe en el Servicio Secreto de Estados Unidos y otras agencias, que han estado trabajando durante más de un año en la planificación para garantizar que (la investidura) sea segura».

Trump no ha concedido la victoria ni felicitado a Biden, aunque ha reconocido que habrá una «nueva administración» este miércoles.

Ignorando 160 años de la tradición estadounidense que indica que un presidente saliente asiste a la ceremonia de juramentación de su sucesor para demostrar una transferencia pacífica de poder, Trump anunció que no asistirá.

El vicepresidente Mike Pence tiene previsto asistir.
Trump, en cambio, planea salir de Washington el miércoles por la mañana con una ceremonia de alfombra roja mientras aborda el Air Force One para tomar un vuelo hacia su residencia en Florida.