Mauricio Dantas Bezerra reiteró que los fondos eran para pagar sobornos al también acusado exministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, quien rechazó de forma tajante la versión del testigo brasileño.
Santo Domingo, República Dominicana–Al reanudar la declaración que comenzó el pasado viernes, Dantas Bezerra reiteró ante el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que Odebrecht realizó pagos, a través de su Departamento de Operaciones Estructuradas, al empresario Ángel Rondón y al abogado Conrado Pittaluga, quienes habrían actuado como canalizadores de los sobornos.
El exministro de Obras Públicas, acusado de recibir sobornos de la empresa Brasileña Odebrecht, Víctor Diaz Rúa aseguró que el testimonio del brasileño Mauricio Dantas Bezerra, en el marco jurídico «no vale nada», porque su testimonio llega 8 años después y como referimiento de otro testimonio.
Diaz Rúa aseguró que nunca ha conversado ni conoce a Mauricio Dantas Bezerra.
En cuanto a la cuantía de los pagos realizados por Odebrecht a Pittaluga, el testigo afirmó que no recuerda «el monto exacto, pero eran algunos millones de dólares».
Esos fondos estaban destinados al exministro Díaz Rúa, afirmó el testigo brasileño en respuesta a preguntas del Ministerio Público.
En concreto, mencionó que se realizaron pagos en cuentas de las compañías Lashan Corp, Neoport, Comansa, pertenecientes a esos dos acusados, imputados por el caso junto a cuatro ex altos funcionarios.
Asimismo, durante la sesión Dantas Bezerra identificó varios documentos presentados por el Ministerio Público como elementos probatorios y señaló que la empresa entregó esos datos a la Procuraduría General de la República (PGR) mediante correspondencia.
Los abogados de la defensa insistieron en la falta de validez del testimonio del ex ejecutivo de la constructora brasileña durante la sesión, que fue interrumpida con frecuencia por la interposición incidentes por parte de los representantes de los acusados, rechazados por el tribunal.
Los defensores coincidieron en argumentar que el testigo, de manera genérica, se ha referido a comunicaciones de terceros vía correo electrónico o a lo que escuchó de otras personas, reiterando que el brasileño no ha presentado pruebas concluyentes que apoyen la acusación.