Lenín Moreno, quien el 24 de mayo entregará la presidencia al recién electo presidente Guillermo Lasso, había sido compañero de fórmula y vicepresidente del expresidente Rafael Correa. (Foto: Fuente externa).
  • El presidente saliente de Ecuador, Lenín Moreno, confiesa que “los gobernantes debemos ser excesivamente tolerantes a la crítica.»
  • El mandatario explica a la Voz de América cómo logró apartarse del autoritarismo de Rafael Correa, institucionalizar el país, respetar la libertad de prensa y reducir la confrontación política.

Miami, Florida–El presidente saliente de Ecuador, Lenín Moreno, afirmó en entrevista con la Voz de América que entre los principales logros de su administración están «la reinstitucionalización del país, el respeto a los derechos humanos, a la vida y a la libertad de prensa».

Moreno, quien el 24 de mayo entregará la presidencia al recién electo presidente Guillermo Lasso, había sido compañero de fórmula y vicepresidente del expresidente Rafael Correa. Pero tras asumir la presidencia, Moreno hizo un marcado giro hacia la derecha para distanciarse del “Socialismo del Siglo XXI” al que apostaba Correa.

Moreno adoptó un estilo menos confrontativo con la oposición, promovió el diálogo, especialmente en momentos de crisis, y se distanció del estilo agresivo de Correa ante las preguntas incómodas de los periodistas.

“Yo siempre digo que el gobernante principalmente debe ser excesivamente tolerante a la crítica y estirar el elástico lo más que se pueda”, dijo Moreno, en entrevista con la Voz de América. “Más allá de la tolerancia, porque la crítica es el asesoramiento gratuito que tenemos los gobiernos”.

Moreno anunció a finales del 2019 que como parte de un programa de reorganización de las finanzas del país, habría un fuerte apretón de cinturón pues tenían que controlar el gasto y reducir el tamaño del aparato estatal. Pero lo más controversial fue anunciar la cancelación del subsidio al combustible. Eso era necesario para alcanzar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, (FMI), que le daría acceso a un crédito de 4.200 millones de dólares.

El anuncio provocó una fuerte crisis que sacudió con violentas protestas las principales ciudades del país. La crisis llegó a su fin cuando Moreno invitó a la oposición a participar en un diálogo nacional. Uno de los resultados del diálogo fue la derogación del decreto que eliminaba el subsidio al combustible.

Moreno logró eventualmente alcanzar un acuerdo con el FMI, y posteriormente el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina prestaron a Ecuador otros 6.000 millones de dólares.

Moreno indicó ciertos temas quedaron inconclusos, en parte debido al impacto que tuvo la pandemia del coronavirus en las finanzas del país.

“Nos faltó tiempo y dinero”, explicó Moreno a la VOA. “Lastimosamente agravada por la pandemia para poder rescatar estas escuelas comunitarias que fueron cerradas en el gobierno anterior. Hicimos dos o tres centenares nomás. Pero hay que hacer miles”.

Lamentó además no haber podido fortalecer los centros de salud comunitarias “desmantelados en la administración anterior” de Correa y no haber podido construir más viviendas populares.