El promotor de justicia del Vaticano, Alessandro Diddi, había solicitado para el cardenal una pena de 7 y 3 meses de cárcel, más de 10.000 euros de multa y la prohibición perenne para ejercer cargos públicos. (Foto: Fuente externa).

En un comunicado publicado por el Tribunal Vaticano, se informó que el Cardenal Angelo Becciu –acusado de corrupción inmobiliaria con bienes de la Santa Sede– también ha sido inhabilitado de forma perpetua para ejercer cargos públicos y deberá pagar una multa de 8.000 euros. Los abogados del purpurado anunciaron que apelarán la sentencia

Ciudad del Vaticano — El Tribunal del Estado de la Ciudad del Vaticano ha condenado este sábado al Cardenal Angelo Becciu a cinco años y seis meses de prisión, luego de hallarlo culpable por malversación de fondos de la Santa Sede.

El “juicio del siglo”, llamado así por ser la primera vez que un cardenal de alto rango es condenado por un tribunal vaticano, llegó este 16 de diciembre de 2023 a su fin, luego de 86 audiencias judiciales iniciadas en julio de 2021.

En un comunicado publicado por el Tribunal Vaticano, se informó que el Cardenal Becciu también ha sido inhabilitado de forma perpetua para ejercer cargos públicos y deberá pagar una multa de 8.000 euros. Los abogados del purpurado anunciaron que apelarán la sentencia.

El promotor de justicia del Vaticano, Alessandro Diddi, había solicitado para el cardenal una pena de 7 años y 3 meses de cárcel, más de 10.000 euros de multa y la prohibición perenne para ejercer cargos públicos, informa ACI-Prensa.

El comunicado señala que el purpurado es responsable de la compra irregular del edificio en Sloane Avenue de Londres, de la transferencia de 125.000 euros a Cáritas de Ozieri y de la entrega de 570.000 euros a Cecilia Marogna, “con el argumento, no correspondiente con la verdad”, de que iban a ser utilizados para lograr la liberación de la religiosa Cecilia Narváez, secuestrada en Mali.

Sobre la adquisición del inmueble londinense, el texto indica que entre 2013 y 2014 se usaron ilícitamente 200.500.000 dólares, “que asciende aproximadamente a un tercio de los activos en el momento de la Secretaría de Estado”, “a instancias” del purpurado.

En el caso de la transferencia a Cáritas Ozieri, la Corte explica que “aunque el destino final” es lícito —según los abogados era para reactivar una panadería local y para el proyecto Ciudadela de la Caridad—, “el desembolso de los fondos por parte de la Secretaría de Estado constituía, en este caso, un uso ilícito de los mismos, constitutivo de delito de malversación”.

El comunicado indica que los 125.000 euros sí fueron “destinados en realidad a la cooperativa SPES, de la cual era presidente el hermano” Antonio Becciu, un hecho que había negado el cardenal.

El Código de Derecho Canónico “prohíbe la enajenación de bienes públicos eclesiásticos a parientes hasta el cuarto grado”, ha recordado el Tribunal Vaticano.

Además del Cardenal Becciu, fueron condenados los financistas implicados en la compra del edificio, Cecilia Marogna, así como Tommaso Di Ruzza, exdirector de la Autoridad de Inteligencia Financiera del Vaticano.

En cambio, fue absuelto Mons. Mauro Carlino, quien era responsable de la documentación en la Secretaría de Estado.