Los microbios en el dispensador de agua potable aún son susceptibles a los antibióticos.
Washington, D.C.–Dos especies de bacterias particularmente tenaces han colonizado el dispensador de agua potable a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI), pero un nuevo estudio sugiere que no son más peligrosas que las cepas estrechamente relacionadas en la Tierra.
Los investigadores Aubrie O’Rourke, del Instituto J. Craig Venter, y sus colegas informan estos hallazgos en un nuevo artículo publicado en la revista de acceso abierto PLOS ONE.
Poco después de que la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) instaló el dispensador de agua a bordo de la ISS en 2009, el muestreo periódico mostró que dos bacterias, Burkholderia cepacia y más tarde, contaminantes de Burkholderia estaban contaminando el agua potable.
Estos microbios pertenecen a un grupo de especies de Burkholderia relacionadas que causan infecciones pulmonares oportunistas en personas con afecciones de salud subyacentes y son muy difíciles de matar utilizando técnicas de esterilización comunes. Las bacterias han persistido en el dispensador de agua a pesar del lavado periódico con una solución de limpieza de yodo extra fuerte.
Para obtener más información sobre estas bacterias, los investigadores secuenciaron los genomas de 24 cepas recolectadas entre 2010 y 2014. Todas las cepas de B. cepacia y B. contaminantes fueron muy similares y probablemente descendieron de las poblaciones originales de estas dos bacterias que estaban presentes en el dispensador de agua cuando salió de la Tierra.
Los investigadores concluyen que las dos especies bacterianas que viven dentro del dispensador no son más peligrosas que las cepas similares que se pueden encontrar en la Tierra. En el caso de una infección, la bacteria aún puede tratarse con antibióticos comunes.