El Departamento de Estado de los Estados Unidos resalta la detención de 7 candidatos presidenciales y 24 figuras cimeras en la oposición en ese país centroamericano.
Miami, Florida. – «La decisión que adoptaron el presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo el 6 de agosto de prohibir que el último partido verdaderamente opositor participe en las elecciones de noviembre pone de manifiesto su deseo de permanecer en el poder a cualquier costo», advierte el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
«Esta maniobra autocrática se produce tras la detención de siete candidatos a la presidencia y otras 24 figuras de la oposición, activistas de derechos humanos, líderes empresariales, estudiantes y trabajadores de ONG durante los últimos dos meses», precisa el Secretario de Estado, Antony J. Blinken.
«Estados Unidos considera a las últimas medidas autoritarias y antidemocráticas del régimen —impulsadas por el temor de Ortega a perder las elecciones— como el último golpe a las posibilidades de que en Nicaragua haya una elección libre y justa más adelante este año. Ese proceso electoral, incluidos sus eventuales resultados, ha perdido toda credibilidad.»
«El régimen de Ortega-Murillo ha menoscabado sus compromisos internacionales, incluidos aquellos en virtud de la Carta Democrática Interamericana, así como los derechos del pueblo nicaragüense a elegir libremente a sus propios líderes.»
Agregan que «seguiremos trabajando en estrecha colaboración con otras democracias para responder de manera diplomática y eficiente a estos nefastos acontecimientos, que contribuyen a atentar todavía más contra el anhelo del pueblo nicaragüense de tener un gobierno representativo y prosperidad económica», sostiene el comunicado oficial del Secretario de Estado Antony J. Blinken.