El biofísico de la Universidad de Stanford dijo que la tasa de víctimas disminuirá pronto; aconsejó el distanciamiento social y controlar el pánico.
Los Ángeles, California— Una predicción del biofísico de la Universidad de Stanford y premio Nobel, Michael Levitt, es que el nuevo coronavirus desaparecerá pronto, ya que se observa que el distanciamiento social le ha dado una inyección de refuerzo al mundo que actualmente se tambalea bajo la pandemia.
En el caso de los Estados Unidos, superará lo peor del brote de coronavirus antes de lo que muchos expertos anticipan, pronosticó Michael Levitt, biofísico de la Universidad de Stanford y premio Nobel, en entrevista con el diario Los Ángeles Times.
Según Levitt, quien recibió el Premio Nobel de Química 2013 por su trabajo en modelos complejos de sistemas químicos, la propagación del virus COVID-19 en China ha alcanzado su punto máximo, como lo demuestran los informes de que el país ha visto muchos menos pacientes recién diagnosticados desde el 16 de marzo.
En el caso de los Estados Unidos, verá caer la propagación del virus a medida que más personas adopten las prácticas de distanciamiento social.
«Lo que necesitamos es controlar el pánico», dijo al LA Times. Agregó que, en general, «vamos a estar bien», y señaló que los datos no indican meses o años de interrupción social o millones de muertes por causa del coronavirus.
Levitt dijo que examinó 78 países en los que cada uno reportó 50 o más casos de coronavirus todos los días, y que encontró «signos de recuperación» al centrarse en la cantidad de casos nuevos identificados por día.
«Los números siguen siendo ruidosos, pero hay signos claros de un crecimiento lento», dijo, admitiendo que las cifras no son exactas.
Agregó que a pesar de la información incompleta, «una disminución constante significa que hay algún factor en el trabajo que no es solo el ruido en los números.»
Levitt subrayó que las medidas de distanciamiento social ayudarán a frenar la propagación del virus lo suficiente como para evitar que los hospitales se vean abrumados.
Señaló que los medios de comunicación causaron pánico innecesario con actualizaciones constantes sobre el número total de casos y las diversas celebridades que dieron positivo para COVID-19.
El científico israelí agregó que a pesar de que el virus tiene una tasa de mortalidad más alta que la gripe, «no es el fin del mundo… la situación real no es tan terrible como parece.»