El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, criticó directamente a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y señaló que su presencia tampoco implicaba ser complaciente con lo que está ocurriendo en esas naciones.
Ciudad de México—La iniciativa del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, de crear una especie de “Unión Europea en las Américas” chocó el fin de semana con una confrontación política entre los gobernantes de Cuba, Venezuela, Uruguay y Paraguay.
La cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC, ya presentaba controversia por la presencia del venezolano Nicolás Maduro y el cubano Miguel Díaz-Canel, y la ausencia de los presidentes de Argentina, Alberto Fernández, y Brasil, Jair Bolsonaro.
López Obrador planteó su idea de avanzar para alcanzar una integración América Latina y el Caribe con Estados Unidos y Canadá, en algo parecido a lo que dio origen a la actual Unión Europea y firmar un acuerdo comercial.
“Es tiempo de sustituir la política de bloqueos y malos tratos por la opción de respetarnos, caminar juntos y asociarnos por el bien de América sin vulnerar nuestra soberana”, dijo el presidente mexicano en la inauguración del evento.
Sin embargo, la presencia de Maduro prendió una chispa para algunos de los participantes. Fue el presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, quién enfrentó al mandatario venezolano por sus políticas.
“Mi presencia en esta cumbre”, dijo Benítez, “en ningún sentido ni circunstancia representa un reconocimiento al gobierno del señor Nicolás Maduro. No hay ningún cambio de postura en mi gobierno y creo que es de caballeros decirlo de frente”.
Le siguió el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, quien dejó en claro que su participación en el foro no significaba dejar de lado a la Organización de Estados Americanos, OEA, ante las intenciones públicas del gobierno mexicano de desaparecer o al menos transformar el organismo.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha mantenido confrontaciones con algunos gobiernos de la región, como Venezuela, Nicaragua y El Salvador, por distanciarse de los preceptos democráticos de esa organización.
Lacalle Pou criticó directamente a los gobiernos de Cuba, Nicaragua y Venezuela, y señaló que su presencia tampoco implicaba ser complaciente con lo que está ocurriendo en esas naciones.
“Cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando se utiliza el aparato represor para callar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros en voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela”.
Maduro reaccionó emplazando al presidente uruguayo a un “debate de democracia”.
“Ponga usted presidente Lacalle la fecha, el lugar para un debate o ponga usted López Obrador y Venezuela está lista para debatir de democracia, de libertades, de resistencia, de revolución y de lo que haya que debatir, de neoliberalismo, de cara a los pueblos, en transmisión en vivo y en directo, o en privado. Como ustedes quieran. Con respeto y sin exclusiones”, respondió.
En su discurso, López Obrador le envió dos mensajes a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden: uno sobre la necesidad de invertir en Centroamérica para enfrentar el fenómeno migratorio, y dos el envío de vacunas contra el COVID-19 a países con pocos recursos económicos, y ese fue éste un tema abordado por prácticamente todos los mandatarios.
“Imaginemos, por ejemplo, el gesto de buena voluntad que significaría otorgar vacunas a la mayoría de los países de América Latina y el Caribe que no han podido proteger a su población por falta de recursos económicos”, dijo López Obrador.