Las autoridades y la dueña atraparon in fraganti al joven ladrón que se durmió en la faena. (Imagen: Fuente externa).

La dueña de la residencia junto a las autoridades atraparon a un supuesto ladrón durmiendo plácidamente en la cama de su casa en Tamayo, luego de robarse todo lo que había en la nevera y otros enseres eléctricos.

La siesta lo entrecogió. / en la cama de la dueña. / Y desnudo se acostó, / con la sabana que sueña.

Por Cantaclaro

Por allá por Bahoruco,
y sin pensar en la pena,
un maleante seboruco,
penetró a la casa ajena.

En su ingrata comisión,
hasta el gas se lo llevó.
Vasos, abanico y televisión.
Y ni el radio se salvó.

Como fue tanto trabajo,
y gran comida en nevera,
se llenó hasta el contrabajo,
con eso de persevera.

La siesta lo entrecogió,
en la cama de la dueña.
Y desnudo se acostó,
con la sabana que sueña.

La dama pronto llegó…
Con bostezo y estirar,
el intruso despertó: 
¡Qué ladrón tan singular…!