Frutas y vegetales no deben faltar en cualquier sana alimentación. (foto cortesía Pixabay)

La alimentación juega un papel preponderante en la salud no solo de personas afectadas por el virus, sino en todo tipo de organismos.

Miami, Florida. – Los hábitos alimentarios contribuyen a mantener nuestro buen estado de salud. Una persona sana sólo necesita asesoría profesional médica o de un nutricionista para revisar su estado físico general y brindarle orientación sobre cómo mantener su salud.

Pero en una persona hospitalizada o enferma, su estado de nutrición es más complejo. Ello debe incluir una valoración donde se tome en cuenta, los parámetros y cuidados del equipo de salud que le atiende, entre ellos médicos, nutricionistas, enfermeros y cambios en la dieta acordes a su padecimiento y en algunos casos extremos que lo requieran proporcionar alimentación parenteral.

COVID-19 y alimentación en casa

“Se ha visto que un buen estado nutricional tiene un efecto importante en la conservación de la integridad del sistema respiratorio y en su funcionamiento”, indica una nota de Yahoo.com al respecto.

Si presentas COVID- 19 con síntomas leves y sin complicaciones y estás en tu casa con monitoreo médico, he aquí una serie de recomendaciones generales sobre tu alimentación que proporciona la Organización de las Naciones Unidas (OMS):

-Alimentación equilibrada e hidratación adecuada durante la cuarentena

Se ha visto que las personas que siguen una dieta equilibrada tienden a ser más sanos, presentan un sistema inmune más fuerte y disminuye su riesgo de presentar enfermedades crónicas y enfermedades infecciosas.

-Incluye a diario una variedad de alimentos frescos sin procesar para obtener vitaminas, minerales, fibra dietética, proteínas y antioxidantes que tu cuerpo necesita.

Muchas veces nos descuidamos por razones laborales, en el consumo de los 8 vasos de agua diarios para mantener el cuerpo hidratado. (foto Pixabay)

-Bebe a diario suficiente agua

Es importante que te mantengas hidratado. Bebe de 8 a 10 vasos de agua al día. Recuerda que el agua sola es la mejor opción, también puedes tomar bebidas como té, café o agua de limón sin azúcar añadida.

Si tienes fiebre vas a requerir tomar más agua, es importante mantenerse hidratado. Evita exceso de cafeína, bebidas con azúcar añadida, sodas y jugos de fruta concentrados o azucarados.

Alimentos sin procesar, es lo recomendable para una alimentación adecuada.

-Come alimentos frescos sin procesar

Come a diario frutas y vegetales en especial de color amarillo o naranja y vegetales de hojas verdes, legumbres (frijoles, lentejas, garbanzos, habas, soya, entre otros), nueces, y semillas, granos enteros como avena, maíz, arroz integral, tubérculos como papas, camote y yuca.

Así como fuentes de proteína animal como pescado, pollo, carne magra, huevos y lácteos bajos en grasa (yogur, queso y leche).

-Porciones de alimentos de acuerdo a tus recomendaciones de energía y nutrientes

Las porciones de alimentos dependen de tus requerimientos de energía y nutrimentos, sin embargo una guía general mínima a incluir diario proporcionada por la OMS es la siguiente:

Asegura un mínimo diario de 2.5 tazas de vegetales (5 porciones), 2 tazas de fruta (4 porciones), 180 g de granos enteros y 160 g de alimentos con proteínas ya sea de origen vegetal o animal.

La carne roja puedes consumirla 1- 2 veces por semana, pollo 2- 3 veces por semana y pescado 2-3 veces por semana.

Las porciones deben ir de acuerdo a los requerimientos de energía y nutrientes que van acorde al género, actividad física, estatura y complexión física.

-Incluye refrigerios saludables

En tus refrigerios incluye vegetales crudos y fruta fresca en lugar de productos altos en azúcar, grasa o sal.

Evita el azúcar o productos que lo contengan, así como grasas saturadas y exceso de sal para ayudar a disminuir riesgo de sobrepeso, obesidad, enfermedades coronarias, infarto cerebrovascular o embolia, diabetes y ciertos tipos de cáncer.

-Grasa y aceite con moderación

Prefiere grasas insaturadas como las que se encuentran en aguacate, nueces, aceite de oliva, aceite de soya, aceite de canola, aceite de girasol y aceite de maíz.

Una recomendación de todos los nutricionistas para personas saludables, es siempre evitar las grasas saturadas como las que se encuentran en la carne roja con grasa, mantequilla, aceite de coco, crema y quesos grasosos.

Debes también evitar consumir productos procesados con grasas trans, incluyendo comida rápida, “snacks”, comida frita, pizza, pasteles, galletas, margarinas y aderezos grasosos, entre otros.

Haz de tu preferencia, consumir pescado y pollo (pechuga) por su bajo contenido en grasa en lugar de carnes rojas grasosas y embutidos y otras carnes procesadas con alto contenido en grasa y sal.

Incluye versiones de lácteos bajos en grasa como yogur, leche y queso.

-Come menos grasa y azúcar

Recuerda al cocinar limitar la cantidad de sal y condimentos altos en sodio como salsa de soya, salsa de pescado, entre otras.

Limita tu ingesta de sal a menos de 5 g, esto es aproximadamente 1 cucharadita de sal yodada. Evita productos y “snacks” altos en sal y azúcar. Prefiere consumir fruta fresca en lugar de productos elaborados con exceso de azúcar como galletas, pasteles y chocolate.

Evita consumir sodas o refrescos y otras bebidas altas en azúcar como jugos industrializados de fruta y jugos concentrados de fruta y jarabes, así como batidos o leches endulzadas, bebidas de yogur con azúcar añadida y bebidas de café azucaradas.

Una alimentación equilibrada y mantenerte hidratado durante el tiempo que estás con COVID-19 ayudará a tu recuperación.

En el portal MundoenPositivo.com , se señala que en algunos casos podrás requerir suplementos de vitamina C , vitamina D, zinc o ácido fólico durante la cuarentena. Pregunta a tu médico sobre las dosis adecuadas para ti.

Mantente en contacto con tu proveedor de salud durante toda la cuarentena si tienes COVID-19, en especial si tienes alguna enfermedad crónica previa como diabetes u otra o padeces de hipertensión arterial. Siempre consulte su médico sobre cualquier decisión en su alimentación y salud.