Según datos de la Comisión Europea, una tercera parte del suministro de petróleo que abastece a las 27 naciones proviene de Rusia. (Imagen: Cortesía de la Voz de América).

La UE importa hasta el 90% del gas licuado y petróleo que consume. Aparte de Rusia, le abastecen también otros proveedores en menor escala, entre ellos Noruega, Argelia, Estados Unidos y Qatar.

Washington D.C. — La dependencia europea de hasta un 90% de las materias energéticas de proveedores rusos y de otras naciones complica el panorama de las sanciones internacionales contra Rusia, a seis meses de iniciada la invasión de Ucrania.

Esta es la conclusión de un grupo de expertos invitado por el Woodrow Wilson Center y el Kennan Institute en Washington DC para analizar la situación, justo el día que se conmemora la independencia de Ucrania, del bloque sovietítco hace 31 años, y cuando se cumplen seis meses de iniciada la invasión de la potencia militar rusa a su territorio.

Robin S. Quinville, directora Programa Europeo Global del Woodrow Wilson, consideró que “el tema de dependencia energética es central en la discusión en Europa”, porque las 27 naciones bajo el paraguas de la Unión Europea ven complicadas las posibilidades de desprenderse de los chorros de petróleo y gas rusos, que calientan los hogares y mantienen la matriz productiva europea en marcha.

La UE importa hasta el 90% del gas licuado y petróleo que consume. Aparte de Rusia, le abastecen también otros proveedores en menor escala, entre ellos Noruega, Argelia, Estados Unidos y Qatar, informa la Voz de América.

Bajo este panorama los expertos invitados a Ondas de guerra: Seis meses desde la invasión de Rusia a Ucrania coincidieron que la dificultad de Europa para poner las sanciones al nivel impuesto por Canadá y Estados Unidos alienta al gobierno de Vladimir Putin en su cruzada por controlar Ucrania y la perspectiva de solución del conflicto es difusa.

Bruce Jentleson, profesor experto en Ciencias Políticas de Duke University, dijo que “había claridad” en que las sanciones impuestas no tendrían un impacto inmediato en la maquinaría rusa, como se ha demostrado en 60 años con otros gobiernos dictatoriales que se mantienen a flote a pesar de las sanciones.

Pero en el caso Europeo y su dependencia energética de Rusia la invasión le llegó sin previo aviso para desarrollar planes de contingencia.

En conjunto, la UE enfrenta un dilema ante sus objetivos para hacer frente al cambio climático, dijeron los expertos. Por un lado, algunos sectores barajan la posibilidad de volver a poner la maquinaria extractiva de carbón en sus territorios, pero esto contradice el objetivo del Pacto Verde Europeo para reducir las emisiones de gases y hacer frente al calentamiento global.

“No es fácil crear rápidas posibilidades para que otras naciones con potencial de producción de materias energéticas puedan aumentar la producción en tan corto tiempo”, apunto Bruce Jentleson en el foro virtual.

Según datos de la Comisión Europea, una tercera parte del suministro de petróleo que abastece a las 27 naciones proviene de Rusia, y el carbón sube al 46%, lo que sobredimensiona la dependencia de los suministros energéticos provenientes de Rusia para el grupo de países.

Los expertos apuntaron también que el apoyo de la comunidad internacional en la asistencia humanitaria y militar a Ucrania ha sido clave para la resistencia del país invadido a pesar de la devastación dejada a lo largo y ancho de su territorio.