El Papa Francisco participó horas antes de la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro. A la par que se comunicaba la ausencia del Santo Padre en el Coliseo Romano, su silla fue retirada del lugar
Ciudad del Vaticano – La ausencia del Papa Francisco en el Coliseo Romano para el rezo del Via Crucis la noche de este Viernes Santo, 29 de marzo, fue “para preservar su salud”, informó el Vaticano.
En un comunicado difundido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede, se indicó que “para preservar su salud de cara a la Vigilia de mañana y a la Santa Misa del Domingo de Resurrección, esta tarde el Santo Padre Francisco recorrerá el Via Crucis en el Coliseo desde Casa Santa Marta”.
El Papa Francisco participó horas antes de la celebración de la Pasión del Señor en la Basílica de San Pedro. A la par que se comunicaba la ausencia del Santo Padre en el Coliseo Romano, su silla fue retirada del lugar.
De acuerdo a Vatican News, 20 mil personas se congregaron este Viernes Santo en el Coliseo Romano para participar en el Via Crucis.
Las mujeres y “la locura de la guerra” en las meditaciones del Via Crucis del Papa Francisco
Este año, por primera vez en sus 11 años de pontificado, el Papa Francisco escribió las meditaciones del Via Crucis de Semana Santa.
El título de estas meditaciones es “En oración con Jesús en el camino de la cruz”, y su texto completo ha sido publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede esta mañana.
En las meditaciones del Papa Francisco tienen un lugar especial “la locura de la “guerra”, los excluidos, oprimidos y abandonados y “la grandeza de las mujeres”, quienes “aún hoy siguen siendo descartadas, sufriendo ultrajes y violencia”.
Al iniciar la octava estación del Via Crucis, “Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén”, el Papa Francisco se dirige a Jesucristo: “Jesús, ¿quién te acompaña hasta el final en tu camino de la cruz? No son los poderosos, que te esperan en el Calvario, ni los espectadores que se quedan lejos, sino la gente sencilla, grande a tus ojos, pero pequeña a los del mundo. Son esas mujeres, a las que has dado esperanza; que no tienen voz, pero se hacen oír”.
“Ayúdanos a reconocer la grandeza de las mujeres, las que en Pascua te fueron fieles y no te abandonaron, las que aún hoy siguen siendo descartadas, sufriendo ultrajes y violencia”, expresa.
“Jesús, las mujeres que encuentras se golpean el pecho y se lamentan por ti. No lloran por ellas, sino que lloran por ti, lloran por el mal y el pecado del mundo. Su oración hecha de lágrimas llega a tu corazón”, señala.
Luego, el Santo Padre añade: “Ante las tragedias del mundo, ¿mi corazón permanece frío o se conmueve? ¿Cómo reacciono ante la locura de la guerra, ante los rostros de los niños que ya no saben sonreír, ante sus madres que los ven desnutridos y hambrientos sin tener siquiera más lágrimas que derramar?”.
“Tú, Jesús, has llorado por Jerusalén, has llorado por la dureza de nuestros corazones. Sacúdeme por dentro, dame la gracia de llorar rezando y de rezar llorando”, concluye el Papa Francisco en su meditación para la octava estación.
Mujeres y migrantes también han estado presentes y cargaron la cruz durante diversas meditaciones del Via Crucis en el Coliseo Romano este 29 de marzo.