Desde que llegó al Palacio Nacional, el presidente Luis Abinader mantiene un intenso tren de trabajo que no perdona ni los fines de semanas. Tanto así, que a muchos les preocupa que los afanes y el exceso de labores y prolongadas jornadas de servicio público puedan pasarle factura a la salud del joven, admirado y dinámico mandatario dominicano.

Abinader que se cuide, / que la salud es lo primero. / Después que cuide la espalda, / de sus propios compañeros.

Por Eugenio Fortunato*

Muchos andan preocupados,
por el tren de Abinader.
Con ese plan de trabajo,
si algo puede suceder.

No parece descansar,
en su afán de hacer las cosas.
Y la gente en su partido
ponen la arena rocosa.

Además de gobernar,
y buscar el desarrollo,
anda esquivando pleitos,
o desarmando un embrollo.

Gente que no tiene pipa,
ni sabe enrolar andullo,
administrando tabaco,
para buscarse lo suyo.

‘Es para los anteriores,
la fiscalía independiente’.
Y cortos ni perezosos,
se han afilado los dientes.

Abinader que se cuide,
que la salud es lo primero.
Después que cuide la espalda,
de sus propios compañeros.

* El escritor y decimero dominico-americano, Eugenio Fortunato, denominado entre los suyos como “el genio Fortunato”, cuna de una distinguida familia vinculada al quehacer literario, cinematográfico y otras áreas profesionales.
Él, además, es autor del libro «Rimas y Picardías». En una de sus estrofas poéticas expresa con certeza que «Hay quien piensa haber cumplido porque se lava las manos, pero recibe o visita a fulano y a mengano», en franca alusión a que no debemos recibir visitar a nuestros hogares durante la cuarentena las regulaciones de este distanciamiento como medidas de prevención y evitar contagios ante la pandemia del COVID-19.