En esta foto suministrada por el departamento de bomberos de Flower Mound, Texas, se ve a bomberos que se dirigen a combatir un incendio en el extremo norte de Texas el martes 27 de febrero de 2024. (Foto: Cortesía de la Voz de América).
  • Múltiples incendios descontrolados calcinan miles de hectáreas en el norte de Texas y obligan a cerrar una instalación nuclear
  • Los incendios forestales en el extremo norte de Texas provocaron evacuaciones
  • Miles de residentes quedaron sin electricidad y obligaron a cerrar una instalación de armas nucleares; mientras los fuertes vientos, la hierba seca y las temperaturas inusualmente cálidas siguen alimentando las llamas

Texas, EEUU — Los incendios forestales que avanzaban rápidamente por el extremo norte de Texas la madrugada del miércoles provocaron evacuaciones, dejaron a miles de personas sin electricidad y obligaron a cerrar una instalación de armas nucleares mientras los fuertes vientos, la hierba seca y las temperaturas inusualmente cálidas alimentaban las llamas.

Un número desconocido de viviendas y otras estructuras quedaron destruidas o dañadas en el condado Hutchinson, según responsables locales de emergencias. Pantex, la principal instalación que ensambla y desmonta el arsenal nuclear de Estados Unidos, suspendió temporalmente sus operaciones el martes por la noche.

“Hemos evacuado a nuestro personal, personal no esencial, del lugar como medida de precaución”, dijo Laef Pendergraft, portavoz de la Oficina de Producción de la Administración Nacional de Seguridad Nuclear en Pantex, durante una conferencia de prensa el martes por la noche.

“Pero tenemos un departamento de bomberos bien equipado que ha entrenado para estas situaciones, que está en el lugar y está atento y preparado por si se presenta cualquier emergencia real en el recinto”, agregó.

Pantex indicó el miércoles por la mañana en X, antes Twitter, que la planta “está abierta para las actividades normales del turno de día” y que todo el personal debía presentarse de acuerdo con su horario asignado, informa nuestra emisora aliada la Voz de América.

El centro se encuentra unos 27 kilómetros (17 millas) al noreste de Amarillo y unos 515 km (320 millas) al noroeste de Dallas. Desde 1975 es el principal centro de montaje y desmontaje de bombas atómicas de Estados Unidos. Ensambló la última bomba nueva en 1991 y ha desmantelado miles de armas.

El gobernador, el republicano Greg Abbott, emitió una declaración de desastre para 60 condados, mientras el incendio más grande, el fuego de Smokehouse Creek, quemaba cerca de 1.000 kilómetros cuadrados (casi 400 millas cuadradas), según el Servicio Forestal de Texas A&M. Eso es más del doble de su tamaño desde que el fuego se desató el lunes.

Las autoridades no han dicho qué podría haber causado el incendio, que arrasó condados escasamente poblados rodeados de llanuras. “Se insta a los texanos a limitar las actividades que puedan generar chispas y a tomar precauciones para mantener a salvo a sus seres queridos”, dijo Abbott.

La previsión meteorológica daba algo de esperanza a los bomberos: temperaturas más bajas, menos viento y la posibilidad de lluvia el jueves. Pero por el momento, la situación era dura en algunos lugares.

En Borger, una población de unas 13.000 personas unos 40 km (25 millas) al norte de Pantex, responsables de emergencias del condado Hutchinson tenían previsto organizar un convoy para llevar a los evacuados de un refugio a otro ante la previsión de cortes de luz y temperaturas nocturnas por debajo de los 0 grados Centígrados (en torno a los 20 grados Fahrenheit).

Mientras crecía el número de órdenes de evacuación, responsables locales y regionales daban información en vivo en Facebook y trataban de responder a preguntas de vecinos asustados.

Las autoridades pidieron a la población que activara las alertas de emergencia de sus celulares y estuviera lista para evacuar de inmediato. Algunas carreteras tenían fuego a los dos lados y los recursos estaban al límite de su capacidad, añadieron.

La gente acudió a Facebook para preguntar sobre sus calles y comunidades con la esperanza de encontrar buenas noticias, pero a menudo la respuesta era que o bien la zona había sufrido daños o aún no había noticias sobre la situación.